El ex presidente Álvaro Uribe ya había expresado su inconformidad frente a los procesos que adelanta la Fiscalía contra ex colaboradores y funcionarios de toda su confianza: Bernardo Moreno, Luis Carlos Restrepo y Andrés Felipe Arias. Pero no había intervenido de manera activa hasta ahora, cuando ha decidió involucrarse en los procesos.
Así lo hará en el caso del ex secretario general de la Presidencia Bernardo Moreno para intentar evitar con su testimonio que se le sume un nuevo proceso por tráfico de influencias. Uribe quiere testificar bajo juramento y así se lo pidió en carta al vicefiscal Juan Carlos Forero el pasado viernes.
Moreno, quien está detenido por el caso de las chuzadas, rindió testimonio en un caso de tráfico de influencias. Según las pruebas, Bernardo Moreno presionó al director de la ESAP, Guido Echeverri, para realizar un nombramiento en la regional de Caldas con el fin de complacer al ex representante Tony Jozame, con cuyo voto contaban para tramitar el proyecto de la reelección. Echeverry, quien terminó renunciando, avaló los hechos.
Bernardo Moreno está procesado por tráfico de influencias a favor del ex congresista y ex diplomático Tony Jozame.
En la carta al vicefiscal Forero, Uribe se responsabiliza del nombramiento para exonerar al secretario general. Dice así: “Determiné, de manera personal y motivado por las necesidades de mi programa de gobierno, el cambio en la ESAP. Me propuse que la ESAP pasara de algo más de 3.000 estudiantes a 14.000 y que avanzara en formación virtual” (…) “Quisiera solicitarle muy especialmente, se sirva escucharme en diligencia de declaración bajo juramento, para poder informar a la Fiscalía lo que me consta de manera directa y personal sobre estos hechos”.
El vicefiscal lo citó para el jueves 26 de enero. Aún cuando Uribe quiere sacar en limpio a Moreno, hay otros elementos que obran en contra del ex secretario de la presidencia. Uno de ellos es la declaración que le entregó a la Corte el ex superintendente de Notariado y Registro Manuel Cuello Baute. En ésta se demuestra que en algún momento del gobierno Moreno tenía el afán de buscar otros puestos, distintos al de la ESAP, para los recomendados del entonces congresista Tony Jozame en Caldas. Uno de esos recomendados llegó a la Notaría Primera de Manizales.
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