En las filas de las fuerzas militares y de policía se piensa que el VIH/Sida puede transmitirse a través de un estornudo. Parece que la guerra no es la única amenaza de vida para los uniformados. En un estudio realizado con más de 800 miembros de la fuerza pública, cerca del 70 por ciento respondieron que esta infección puede contraerse a través de la picadura de un mosco, un abrazo, un beso y por compartir un baño en una piscina. También se desconoce la forma correcta de usar el condón. El 90 por ciento de los encuestados tiene en su imaginario que el preservativo solo debe emplearse cuando se visitan zonas de tolerancia. Ante la desinformación, el Ministerio de Defensa adelanta algunas estrategias para acabar con los mitos de la sexualidad.
Desde los años noventa hasta el 2012 se han diagnosticado cerca de 1200 uniformados con VIH/Sida. El primer caso identificado fue el de un joven miembro de la Armada Nacional. La noticia generó revuelo al interior la Fuerza Pública y las reacciones negativas no se hicieron esperar pues se trataba de un tema prohibido. Al hombre, quien en la actualidad está en tratamiento médico, se le tildó de homosexual y promiscuo. Fue así como iniciaron las estrategias de prevención y control de la enfermedad por medio de talleres y charlas. Sin embargo, no fue suficiente. Algunos jóvenes, en fase de Sida y menores de 20 años, murieron por severas infecciones cerebrales y pulmonares porque desconocían ser portadores de la enfermedad.
En 2004, el Ministerio de Defensa comenzó a enfocarse en la salud sexual y reproductiva de los uniformados, prevención en VIH, la discriminación y la pedagogía para evitar la violencia de género. Habían pasado unos años desde que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas dio una alerta internacional por el aumento de la cifras del VIH/Sida, enfermedad calificada como una amenaza para la seguridad de los países. Fue así como Colombia se adhirió al Comité de Prevención y Control del VIH/SIDA en las Fuerzas Armadas y Policiales Nacionales (Coprecoslac), presente en 21 países de América Latina y el Caribe, para crear políticas de prevención y aprendizaje relacionadas con la sexualidad y estilos de vida saludables.
La coronel Nohora Rodríguez recorrió el país para tener un diagnóstico sobre el VIH/Sida en la Fuerza Pública.
Era necesario evaluar los niveles de educación sexual y conocimientos sobre la enfermedad que a 2010 afectaban 34 millones de personas en el mundo. El primer paso fue elegir a la población de uniformados para hacer un diagnóstico. Entre soldados, oficiales, comandantes y miembros de todos los rangos, fueron seleccionadas 870 personas que de manera voluntaria y libre aceptaron medir sus conocimientos. Se realizó una correría por nueve regiones del país: Barranquilla, Cartagena, Coveñas, Medellín, Armenia, Cali, la Base Militar de Tolemaida, Bogotá y Bucaramanga. Allí, se seleccionó una unidad militar por cada una de las fuerzas. Los encuestados fueron hombres y mujeres entre los 18 y 45 años .
La coronel Nohora Rodríguez, directora del proyecto de salud sexual y reproductiva del Ministerio de Defensa, cuenta que habló con cada uno de los comandantes para explicarles la importancia de la investigación porque la sexualidad siempre ha sido un asunto delicado dentro de la Fuerza Pública.
Para dar un diagnostico se hizo una encuesta de aptitudes, conocimientos y prácticas de más de cien preguntas. Durante la prueba escrita, Rodríguez encontró soldados que por su condición social eran analfabetas, con grados mínimos de escolaridad y un nivel socioeconómico bajo. Tuvo que ayudarle a número significante a resolver los cuestionarios porque no sabían leer ni escribir.
Luego del estudio, los participantes tuvieron la opción de practicarse una prueba de VIH voluntaria. Quienes decidieron someterse, recibieron asesoría antes y después del examen de sangre como lo obliga la ley. También se hicieron análisis para diagnosticar Sífilis, Herpes y Hepatitis B. Aunque se hallaron algunos casos de infecciones de transmisión sexual, ninguno resultó positivo para VIH.
El Ministerio de Defensa adelanta programas de educación sexual que en el futuro harán parte de la formación integral de los uniformados.
Frente al panorama de desinformación, se comenzaron a fortalecer los servicios de salud. Las dos estrategias principales fueron la capacitación del personal de sanidad y la promoción de la sexualidad a través de líderes pares. Consistió en entrenar a un multiplicador de conocimientos dentro de la tropa; un soldado o un suboficial con características de liderazgo. Hasta la fecha hay cerca de 350 líderes capacitados en prevención VIH/Sida, infecciones de transmisión sexual, embarazo en adolescentes y violencia de género. También tiene la responsabilidad de entregar condones, folletos informativos y llevar a quien lo necesite a un centro de salud. “Es más fácil que una persona se acerque a alguien de su mismo nivel”, asegura Rodríguez.
El objetivo de este proyecto llamado Avanzada, financiado por el Fondo Mundial para la prevención del VIH, Tuberculosis y Malaria, es crear una cultura de prevención e involucrar los contenidos de educación sexual y reproductiva en las mallas curriculares. Todo hace parte de un proceso de formación integral de los miembros de las Fuerzas Militares, quienes en su mayoría tienen entre 18 y 30 años. En la actualidad, solo al 30 por ciento de la institución ha tenido acceso a la pedagogía sobre estos temas. La coronel Rodríguez cuenta que al principio había temor y los altos mandos preferían decir: “no hablemos de eso”. Por esto, cada vez que la coronel se presenta frente a un grupo de soldados les habla en lenguaje militar. Les dice de manera tajante que el enemigo es el VIH.
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VIH/Sida en la Fuerza Pública: mitos e ignorancia
Mié, 16/01/2013 - 08:15
En las filas de las fuerzas militares y de policía se piensa que el VIH/Sida puede transmitirse a través de un estornudo. Parece que la guerra no es la única amenaza de vida para los uniformados. E