
La polémica entre Donald Trump y dos de las figuras más influyentes de la música estadounidense, Taylor Swift y Bruce Springsteen, se ha convertido en tema de debate esta semana. El expresidente de Estados Unidos no dudó en lanzar una serie de ataques a través de su red social Truth Social, donde calificó a Swift como “despistada” y a Springsteen como “pasado de moda” y “tonto como una piedra”.
Estos comentarios incendiarios fueron la respuesta directa a las críticas que Bruce Springsteen hizo contra la administración Trump en el marco de su gira europea. En sus conciertos, el “Jefe” no tuvo reparos en calificar al gobierno estadounidense como “corrupto, incompetente y traidor”, dejando claro su postura política y social en un momento en que la polarización del país está en su punto más alto (Cadena SER).
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La reacción de Trump no sorprendió a muchos, pero sí generó un fuerte respaldo a los músicos. La Federación Estadounidense de Músicos (AFM), una de las organizaciones más representativas de la industria musical en Estados Unidos, salió en defensa de Swift y Springsteen. En un comunicado oficial, la AFM condenó los ataques y enfatizó la importancia de la libertad de expresión para los artistas, resaltando el impacto cultural que tienen sus obras.
“El legado de Bruce Springsteen con canciones como Born in the U.S.A. y el fenómeno mundial que representa el Eras Tour de Taylor Swift son un testimonio del poder de la música para conectar, inspirar y reflejar las realidades sociales. Los músicos tienen el derecho fundamental a expresar sus opiniones y denunciar injusticias. Nos solidarizamos con todos nuestros miembros que hoy enfrentan estos ataques injustificados”, señaló el presidente de la AFM (Loudersound).
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Este episodio refleja la creciente interacción entre la música y la política en Estados Unidos, donde las figuras públicas del entretenimiento asumen un rol relevante en el debate público. En un contexto de polarización, las opiniones de artistas como Taylor Swift y Bruce Springsteen aportan una perspectiva importante sobre temas sociales y políticos que afectan a diversos sectores de la sociedad.
Queda por ver si este tipo de confrontaciones son episodios aislados o si marcarán una tendencia en la relación entre el arte y la política en el país. En todo caso, la música continúa siendo un espacio importante para la expresión y el diálogo público más allá del ámbito artístico.