La tragedia que sacudió a la música urbana en México con la muerte de los colombianos B-King y Regio Clown continúa generando alarma. A esta situación se suma la desaparición del DJ venezolano Tayron Paredes Gamboa, lo que ha elevado la preocupación de autoridades.
Tayron Paredes Gamboa, de 29 años, desapareció el 19 de septiembre en Huehuetoca, Estado de México. De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda de México, el DJ salió a entregar un pedido y nunca regresó. Su último contacto fue un mensaje por WhatsApp en el que mencionaba que lo habían enviado a una dirección sin viviendas. Desde entonces, no se ha tenido ninguna comunicación con él ni se ha logrado determinar su paradero.
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La desaparición de Tayron ocurre apenas días después de que los músicos colombianos Bayron Sánchez Salazar, conocido como B-King, y Jorge Luis Herrera Lemos, Regio Clown, fueran encontrados muertos en Cocotitlán, Estado de México. Ambos habían desaparecido el 16 de septiembre en Ciudad de México. Los cuerpos presentaban signos de tortura y estaban acompañados de un mensaje atribuido al grupo criminal La Familia Michoacana.
El hallazgo de los cuerpos y la desaparición del DJ venezolano han generado gran preocupación en la comunidad musical y entre los seguidores de estos artistas. Las autoridades mexicanas han declarado que los casos se investigan de manera conjunta, y que por el momento no se ha confirmado un vínculo directo entre los hechos, aunque no se descarta ninguna línea de investigación.
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La Comisión Nacional de Búsqueda de México emitió una ficha para localizar a Tayron Paredes Gamboa, detallando su descripción física y características, y solicitando la colaboración de la ciudadanía para cualquier información que ayude a dar con él. Familias, amigos y colegas del artista han intensificado la difusión de su desaparición en redes sociales y medios de comunicación.
Estos sucesos ponen en evidencia la creciente preocupación por la seguridad de los artistas que desarrollan su carrera en México, especialmente aquellos vinculados a la música urbana y electrónica, donde la exposición pública es constante. Los gobiernos de México y Colombia siguen de cerca las investigaciones y han elevado los casos a nivel de asuntos de Estado.
