
Cada 10 de septiembre, se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. Esta fecha, instaurada desde 2003 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP), convoca la acción global para visibilizar una problemática que afecta a millones de personas en todas las culturas del mundo.
Esta conmemoración rompe el silencio y el estigma que a menudo rodean al suicidio y crea espacios seguros para hablar sobre el dolor, la desesperanza y los desafíos de la salud mental. Este esfuerzo colectivo fomenta una cultura de apoyo y empatía, donde las personas en crisis se sienten menos solas y más dispuestas a buscar ayuda.
Al respecto habló Máncel Martínez, jefe del Posgrado de Epidemiología de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, quien mencionó que desde la salud pública y la epidemiología, ayuda a movilizar recursos, a mejorar servicios de atención, a proponer investigaciones y a implementar estrategias de prevención.
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Efectos Papageno y Werther: el papel de los medios en la prevención
La forma en que los medios de comunicación abordan el suicidio tiene un impacto significativo. El Efecto Papageno describe una reducción en la conducta suicida cuando la cobertura mediática se enfoca en la superación de la crisis, en la búsqueda de ayuda, y en las historias de esperanza y recuperación. Toma su nombre del personaje de la ópera La flauta mágica de Mozart, Papageno, quien decide no quitarse la vida tras recibir apoyo y recordar sus intereses y su sentido de propósito en la vida.
Para Máncel Martínez, jefe del Posgrado de Epidemiología de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, “El Efecto Werther describe el aumento en las tasas de suicidio tras la cobertura mediática de un caso, si se glorifica, se romantiza o se detalla el método”.
Se le llama así por la novela de Goethe, Las penas del joven Werther, que supuestamente aumentó los suicidios en el siglo XVIII. Este contraste subraya la responsabilidad de periodistas y creadores de contenido, así como de los trabajadores de la salud, para informar de manera ética, priorizando el mensaje de que la ayuda está disponible y que la vida puede mejorar.
Señales de alerta y cómo brindar apoyo
A propósito de esta conmemoración, Máncel Martínez, jefe del Posgrado de Epidemiología de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, compartió algunas cuáles son las señares de alerta para poder brindar apoyo aportuno:
- Verbales: Hablar de querer morir, de no tener razones para vivir, de sentirse una carga para los demás, de un dolor insoportable o hablar de personas o personajes que se han suicidado de una manera heroica o romantizada.
- De comportamiento: Aislamiento social, regalar posesiones valiosas, despedirse, aumentar el consumo de alcohol o drogas, cambios drásticos en los hábitos de sueño o alimentación, o buscar activamente métodos para hacerse daño.
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- Emocionales: Depresión severa, ansiedad extrema, irritabilidad, desesperanza, cambios bruscos de humor y pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba.
Ante estas señales, es vital actuar con empatía y sin juzgar. El mejor apoyo es escuchar activamente, validar sentimientos y preguntar directamente si está pensando en el suicidio, demostrando que te importa. Alguien en riesgo necesita saber que no está solo y que sus sentimientos son válidos.
Es clave acompañar a la persona en la búsqueda de ayuda profesional, ofreciendo llevarla a una cita o investigar recursos juntos.
La prevención es un compromiso de todos los días. La vida es valiosa y, aunque a veces la oscuridad parezca abrumadora, siempre existe la posibilidad de encontrar opciones. A través de la compasión, el apoyo y la esperanza, podemos construir un mundo donde menos personas se sientan solas, y donde cada persona sepa que su vida tiene un valor incalculable.