
En medio de un panorama donde la salud masculina sigue siendo un tema rodeado de silencio y vergüenza, Allan Hennings, presidente y fundador de Boston Medical, en conversación con KienyKe.com lanza un mensaje claro: es hora de que los hombres hablen sin pena sobre su salud sexual y busquen ayuda profesional sin miedo al juicio.
Desde su experiencia al frente de una de las clínicas especializadas más reconocidas en el tema, el experto asegura que aunque ha habido avances, los tabúes persisten, y la masculinidad tradicional continúa siendo un obstáculo para que muchos hombres den el paso hacia el cuidado de su bienestar íntimo.
“Muchos hombres no buscan ayuda por barreras muy arraigadas: el miedo a parecer vulnerables, la vergüenza o simplemente la falta de información clara sobre lo que pueden hacer ante una disfunción sexual”, explica Hennings.
El peso del silencio: hombres esperan años antes de consultar
Las cifras preocupan. Según datos de Boston Medical, hasta el 52% de los hombres mayores de 40 años pueden experimentar disfunción eréctil en algún momento, y 1 de cada 3 sufre de eyaculación precoz. Sin embargo, el tiempo promedio que tardan en buscar ayuda es alarmante: 27 meses en casos de disfunción eréctil y 45 meses en los de eyaculación precoz.
La razón más común por la que los pacientes demoran en consultar, según el equipo médico de la clínica, es la pena. Es por eso que lanzaron la campaña “Hombres sin pena”, una invitación directa a dejar atrás los estigmas y entender que cuidar la salud sexual es tan importante como cualquier otro aspecto del bienestar.
La sexualidad en los jóvenes: una alerta silenciosa
Otro fenómeno que preocupa a los especialistas es el incremento de disfunciones sexuales en hombres jóvenes, muchas veces relacionadas con el consumo excesivo de pornografía y el uso recreativo de pastillas para la erección.
“Hoy en día, el acceso a la pornografía es inmediato, variado y constante. Eso puede generar una expectativa irreal del sexo y condicionar el rendimiento, provocando desde falta de deseo hasta disfunción eréctil o eyaculación precoz”, señala Hennings.
A esto se suma un dato revelador: la plataforma PornHub reportó la pérdida de un millón de usuarios tras endurecer sus requisitos de verificación de edad en Reino Unido, lo que revela cuán jóvenes son muchos de los consumidores frecuentes de este tipo de contenidos.
Masculinidades positivas: vulnerabilidad como fortaleza
Lejos de ver estos problemas como fallas individuales, el médico propone un cambio cultural en torno a lo que significa “ser hombre”.
“Una disfunción no define a nadie. Cuidar la salud sexual y emocional no nos hace menos hombres. Nos hace más libres, responsables y seguros”, afirma.
Esta visión busca impulsar una masculinidad positiva, donde el hombre pueda expresar lo que siente, pedir ayuda y compartir sus preocupaciones con su pareja sin miedo al rechazo.
La pareja, un aliado clave en el proceso
Para el especialista, el diálogo en pareja es vital cuando se enfrentan problemas sexuales. El silencio, advierte, suele generar malentendidos, distancia emocional y falsas suposiciones.
“Algunos piensan que ya no hay amor o que hay una infidelidad. Pero muchas veces solo se trata de un problema que tiene solución si se enfrenta a tiempo y en compañía”, explica.
En Boston Medical, el 90% de los pacientes afirma tener una relación monógama, y cada vez es más común que las parejas asistan juntas a la consulta. Esta apertura, más allá de facilitar el tratamiento, fortalece el vínculo emocional y puede convertirse en una oportunidad para redescubrir la intimidad desde la empatía y el respeto.