El cadáver de Nicolás Ayala Cala, de 20 años de edad, fue hallado en una fosa ubicada en el municipio de Lebrija, departamento de Santander. Estuvo dos meses en cautiverio y, aunque su familia hizo de todo para rescatarlo sano y salvo, su historia tuvo un trágico desenlace.
Nicolás fue secuestrado el pasado 18 de agosto cuando salía de su lugar de trabajo. Fue interceptado por unos hombres que se lo llevaron a un sitio lejano de la zona en la que habitaba con el fin de extorsionar a su familia para que pagara su rescate.
Los captores se comunicaron con sus padres y exigieron $120 millones con el fin de dejarlo en libertad. La familia del estudiante de mecánica trató de negociar con los delincuentes y acordaron una suma de $80 millones para que la pesadilla terminara.
Sin embargo, a finales de ese mes, los secuestradores no se volvieron a comunicar y la familia decidió no girar el dinero. Desde ese momento, comenzó su calvario.
Pasaron los días y las autoridades, que ya estaban al tanto de la situación, rastrearon a las personas que estaban detrás del secuestro de Nicolás Ayala.
En medio de la investigación, se logró llegar a la vivienda en la que, al parecer, el joven estuvo en cautiverio. Los uniformados capturaron a las dos personas que estarían detrás del secuestro pero, infortunadamente, Nicolás ya no estaba en ese lugar.
Un tío del joven identificó que uno de los capturados, sorpresivamente, era el mejor amigo de la infancia de la víctima. Según contó, fueron vecinos por más de diez años.
Uno de los secuestradores confesó el crimen y le indicó a las autoridades dónde estaba el cuerpo de Nicolás.
Ellos serían los secuestradores
Ricardo Jaimes Garavito y Yesid Daniel Sanabria Jaimes serían los dos hombres que estarían detrás del secuestro y asesinato de Nicolás Ayala.
Ante un juez con función de control de garantías, un delegado de la Fiscalía General les imputó los delitos de secuestro extorsivo agravado y desaparición forzada.
El juez del caso acogió los argumentos presentados por el ente investigador y le impuso a los dos supuestos secuestradores una medida privativa de la libertad en centro carcelario mientras se termina el proceso.
Durante el operativo de captura realizado el pasado viernes, 16 de octubre, en los municipios de Girón y Lebrija, el ente acusador y el Gaula de la Policía incautaron un celular, una cámara fotográfica y una Sim Card, las cuales fueron pistas claves para esclarecer el homicidio del joven de 20 años.