Año Nuevo, Vida Nueva

Publicado por: admin el Mar, 03/01/2012 - 05:37
Año Nuevo, Vida Nueva

Arrancó el año, aquellos que tuvimos que trabajar este diciembre – afortunadamente  – no sentimos mucho el ambiente decembrino y el descanso, sin embargo, más allá d
Año Nuevo, Vida Nueva Arrancó el año, aquellos que tuvimos que trabajar este diciembre – afortunadamente  – no sentimos mucho el ambiente decembrino y el descanso, sin embargo, más allá de los agasajos familiares, las fiestas y los regalos, el año nuevo nos trajo mucho más en que pensar. Inicia el periodo de los nuevos alcaldes, gobernadores, asambleas, concejos y juntas administradoras locales. Es una oportunidad de oro para muchas nuevas administraciones de liderar procesos de cambio, garantizar continuidad en lo positivo, y en lo negativo generar análisis y reingeniería. La apatía electoral de anteriores periodos parece haberse superado levemente en ciertas regiones y votaciones, sin embargo, todos los colombianos debemos hacer nuestro mejor esfuerzo siempre, para que las mafias, las maquinarias y el clientelismo cada vez sean más débiles. Bogotá como siempre será el punto de referencia, a pesar de errores pasados y penosas situaciones sigue siendo la capital de la república, y la principal ciudad en población, necesidades, economía y empleo, solo por mencionar algunos aspectos. El discurso del Alcalde Gustavo Petro es esperanzador, lleno de buenas ideas y buenas intenciones, independientemente de favoritismos políticos y de situaciones personales, es un deber ciudadano y democrático rodear a los mandatarios locales, esperar que por el bien de todos – y el bien común – sus gestiones sean las mejores, vigilarlos y requerirlos cuando el rumbo no sea el esperado, y aplaudirlos y apoyarlos cuando los beneficios sean tangibles. El tema en Bogotá nos deja una sola lección, parece que la ciudad sigue siendo independiente en lo electoral y en lo político, el pasado del Alcalde no puede ser el único “caballo de batalla” para desacreditarlo, hay que otorgarle el beneficio del tiempo y la posibilidad de que la gestión inicie formalmente. En las demás ciudades capitales, municipios y en los departamentos, esperemos que el esfuerzo sea conjunto, que lo local por fin brille y no dependa siempre de lo nacional, que el margen de maniobra no sea cooptado por el ejecutivo nacional, y que los gobiernos y cabildos logren dar lecciones susceptibles de replicarse en la nación, en beneficio de sus comunidades, y en pro del bien común de este país que merece un mejor futuro. Vigilemos, hagamos control político, acompañemos a nuestros legisladores, diputados, concejales y ediles, seamos participativos, dejemos ya la polarización y la mezquindad, finalmente los alcaldes y gobernadores gobiernan para todos, votantes y abstemios electorales. Siempre tenemos esta esperanza al empezar el año, al iniciarse un gobierno, esperemos que el destino se forje con trabajo, obras y acciones, no con “espejos retrovisores”, reclamos y reproches. El camino de la democracia ha sido largo y ha rendido sus frutos, tenemos ejemplos de situaciones únicas, gobernantes nuevos, gobernantes de diferentes corrientes, pero sobretodo, gente con ganas de hacer. No busco apoyar o descalificar a nadie, no podemos olvidarnos de que el buen gobierno redundará en beneficios para todos, no debe ser motivo de rencillas ni de competencias, debe ser el faro que guíe a la administración pública. Creo firmemente en que en lo local está el futuro, en el municipio, en la ciudad, entre más nos descentralicemos y nos desvinculemos del paternalismo la nación, mejores serán los resultados y beneficios para todos. La verdadera unidad de la nación debe reposar en una gestión estructurada y positiva de las ciudades, municipios y regiones. Sin este pilar fundamental, el desarrollo de la república seguirá siendo incipiente, y dependerá de la complejidad y el socorro del gobierno central.  @andresbarretog