Luces y sombras

Publicado por: admin el Lun, 16/02/2015 - 11:16

Nunca antes había puesto tanta atención a la diversidad de elementos sensoriales que aparecen con el simple hecho de tener o no luz en la ciudad durante la noche así como la importancia de la sombra durante el día en una ciudad caribeña que tiene una temperatura promedio de 28ºC, pero de percepción pueden ser mucho más.

Nunca antes en mi vida había visto con tanto detalle la luz y las sombras de la ciudad como lo hice las últimas dos semanas. Nunca antes había podido ver el subtexto de una calle de Cartagena iluminada por postes a los que se les atravesaban traviesamente trinitarios color violeta, luces que se escapaban de las salas de las casas y, en juego con las rejas de las ventanas, imprimían en las aceras y calles patrones juguetones de sombras; sombras en el día que servían como refugio del abrasador sol  y que al mismo tiempo dejaban en el suelo una huella de su objeto... una extensión poética. 

De entrada se puede pensar que el tema de la iluminación es algo ínfimo y superficial, que no tiene mucho que decir acerca de cómo las personas se organizan, de cómo hay una interacción en el espacio público (y privado), o cómo se crean narrativas de la ciudad y de sus espacios. Después de haber estado viendo, pensando, preguntando y encontrando la luz y la sombra 24/7 puedo asegurar que la luz es una puerta de entrada interesante que permite ver a la ciudad y sus dinámicas, como por ejemplo:

El espacio público se hace visible y usable

El espacio privado se extiende al público

Las personas interactúan y crean lenguajes de luz en la noche

 

El comercio se vitaliza, extendiéndose a unas horas de la noche que sin la luz sería difícil mantener

Se embellecen los espacios y se hacen agradables

 

Así mismo, se enceguecen

Después de ver las diferentes luces, las diferentes intenciones de estas, y cómo pueden producir diversos efectos en las personas se podría pensar ...¿cómo queremos que la luz impacte nuestras ciudades, nuestros espacios, nuestras propias experiencias con la noche y con el entorno cotidiano en el que convivimos y nos realizamos?

Lo bello de la luz es que puede verse directamente y analizarla, así como puede servir de metáfora y como reflejo de las estructuras sociales que gobiernan el día y la noche, y que impactan el cotidiano de las personas: ¿quién es dueño de la luz? ¿qué es lo que vale la pena alumbrar? entre otras muchas más preguntas....