Una pregunta sin respuesta

Publicado por: admin el Vie, 13/04/2018 - 05:17
Con el de Buenaventura, ya serían tres los debates donde los candidatos expresan sus propuestas sobre el rumbo que tomaría Colombia en sus gobiernos. Cada debate tiene su propio estilo. El primero s
Con el de Buenaventura, ya serían tres los debates donde los candidatos expresan sus propuestas sobre el rumbo que tomaría Colombia en sus gobiernos. Cada debate tiene su propio estilo. El primero se dio en Medellín bajo un escenario de colores fríos y sin la presencia de Humberto de La Calle. El segundo fue en Barranquilla, aquí nadie faltó, se sacaron chispas a tal punto de que Duque le dijo a Vargas Lleras una cita de Churchill sobre principios y una metáfora del avión en picada y el copiloto dormido. En el tercer debate, no estuvo Duque, y la camisa de rallas de De La calle se llevó toda la atención del público. Del primer debate, se puede destacar que Fajardo conservó su estilo con un suéter y una camisa. Vargas y Duque debatieron sin corbata. Y si por buen vestir fuera la contienda esa noche, Petro hubiera ganado, fue el único que le hizo el nudo a la corbata. Con ese debate, el país entero se dio cuenta que hay candidatos que argumentan sobre diferentes asuntos públicos y que al final es posible sonreír. Del segundo debate, en Barranquilla, lo más importante fueron los titulares que generó la axila derecha de Fajardo esa tarde, el exgobernador de Antioquia sudó más por el lado derecho que del izquierdo. En Buenaventura, todos estaban de blanco, se escucharon todo tipo de promesas y lo que realmente dejó huella fue la pregunta que le hizo Daniel Pacheco a los candidatos. ¿Por qué su candidatura sería la que acompañaría a la del uribismo a segunda vuelta? era más o menos lo que quería decir el periodista. Ninguno de los candidatos se atrevió a responder. Esta inquietud asume que el candidato del uribismo ya tiene un pie en la Casa de Nariño y que basándose en las encuestas, tres de los cuatro candidatos que fueron a Buenaventura ya están quemados. Sin embargo, hubiera sido interesante saber por qué. Pero se quedó así, como una pregunta sin respuesta.