¿Y quién vigila al policía?

Publicado por: admin el Mié, 18/10/2017 - 05:18
La noticia del hallazgo de Cesio-137 (isótopo radiactivo del cesio que se produce principalmente por fisión nuclear) en suelos y represas de agua en varias partes de México, parecen indicar que Est
La noticia del hallazgo de Cesio-137 (isótopo radiactivo del cesio que se produce principalmente por fisión nuclear) en suelos y represas de agua en varias partes de México, parecen indicar que Estados Unidos está realizando algunos ejercicios nucleares. El desarrollo de misiles hipersónicos, por parte del ejército norteamericano, se ha mostrado como un orgullo militar para el mundo y ciudadanos asesinando gente desde el balcón de un hotel con rifles de guerra no pasan de ser simples “tiradores” u “hostiles”. El anterior es el lenguaje como el periodismo estadounidense y occidental trata a las amenazas nucleares y el terrorismo yanqui. Así es como el “Policía del Mundo” mengua sus actos perfectamente equiparables a los cometidos por extremistas religiosos que se inmolan después de matar a decenas, o a la carrera nuclear de Corea del Norte, Irán, China, etc. Con la diferencia que de todos estos, el único que se ha atrevido a tirar bombas atómicas contra otro país sin ningún escrúpulo es Estados Unidos. El país norteamericano posee el mayor arsenal nuclear del mundo, ellos, son una nación que desde 1.945 ha realizado 1.032 explosiones nucleares, mientras que Corea del Norte solo ha llevado a cabo 3. Han renunciado o nunca han firmado la mayoría de tratados anti-proliferación de armas atómicas, mientras amenazan con sanciones a otras naciones que no lo hacen. Ni que hablar de los “tiradores” u “hostiles” que no son más que unos terroristas del mismo nivel de los fanáticos religiosos que atropellan a multitudes con camiones, o detonan un chaleco lleno de explosivos en el metro de Estambul, con la cuota de Stephen Paddock, quien se cargó a 59 civiles el pasado 1 de octubre. Ya son más de mil los civiles americanos asesinados bajo la misma modalidad en la última década en Estados Unidos. Pero ante este amenazante panorama que representa “El policía del mundo”, nadie dice nada. Todos los países agachan la cabeza y se hacen los de las gafas con la verdadera y más grande amenaza internacional, que, para acabar de rematar, tiene al greengo más guarro fungiendo como presidente, el mismo que hace días arrojaba rollos de papel toalla para cocina a los damnificados de Puerto Rico como si fueran gallinas hambrientas a las que su dueño les tira migajas de pan. La semana pasada remató con la oficialización de la retirada de Estados Unidos de la UNESCO. Este país abusador, cada vez se compromete menos con el mundo, pero quiere dominarlo más, quiere imponer su absolutista voluntad y no hay quien lo pare. La nación norteamericana cada vez se parece más al padrastro abusador que hace lo que le da la gana con toda su familia por el mero hecho de ser el proveedor económico y en el hogar nadie dice nada. A todos les toca aguantarse; a la niña que la manosee y la someta a cuando vejamen sexual se le ocurra, al niño que le haga lo propio aparte de propinarle las peores palizas y a la esposa cuanto insulto y maltrato se le ocurra, mientras a la vez exige orden y respeto en el hogar. Nos tocó vivir en una sociedad repudiable, llena de doble moralidad, un país lacayo, con seres humanos de las peores calidades como gobernantes que para lo único que les sobra experticia y vísceras es para saciarse en el ciudadano de a pie contra quien sin escrúpulos descarga toda su ira respaldada por la intimidación que las armas del Estado les profieren.