Colombia es un país maravilloso, lleno de gente buena y riqueza natural, tenemos todo el potencial para ser un gran país con una economía boyante y oportunidades para todos. También es un país con enormes problemas de desigualdad, corrupción, violencia, entre otros, es por eso que, con razón, muchos queremos un cambio y muchos otros creyeron que ese cambio por fin había llegado con Gustavo Petro.
Apenas llevamos un mes de Gobierno, y si, muchas cosas han cambiado y se anuncian muchos cambios más ¿pero cambió todo lo que queríamos? De hecho ¿es el cambio por el que votaron la mayoría de los colombianos? ¡No!.
No cambió la política, de hecho Petro gobierna con la misma politiquería de siempre, se alió con todo aquello que criticó tantos años, justificó los medios para conseguir su fin, tanto, que como escribí hace algunos meses, se convirtió en el “rey midas criollo” todo corrupto, ex para o ex guerrillero que llegaba a la campaña del Pacto Histórico, solo al estrechar la mano de Petro, se volvía automáticamente bueno.
No contento con eso, se han hecho nombramientos muy controversiales por el desconocimiento o la ignorancia de los nombrados para ocupar sus cargos, dicen quienes conocen que los nombraron, no por sus cualidades profesionales sino por ser cuotas políticas de uno u el otro, el mismo clientelismo de toda la vida, pero con un agravante, nombrar gente incapaz en cargos claves, como el ICBF o el Ministerio de Minas, por ejemplo.
Ahora bien, muchos votaron porque creyeron que Petro era el cambio que necesitábamos, no creo que la mayoría hoy piensen lo mismo, viendo como proponen una reforma tributaria regresiva, anacrónica e innecesaria, que mas que hacer pagar a los ricos lo que hará será desincentivar la generación de empleo, ayudará al incremento de los precios de los alimentos y ahuyentar la inversión, efectos que terminaran volviéndonos más pobres.
Otros estaban seguros que este seria el Gobierno de los jóvenes, apenas en 30 días creo que es al grupo poblacional que mas le han incumplido las promesas, la primera porque como se advirtió en su momento, era imposible condonar toda la deuda que tenían los jóvenes con el ICETEX, la segunda porque nada se ha mencionado en materia de mejoramiento de la calidad de la educación o el aumento de la cobertura, paradójico que al contrario, los premiados serán los delincuentes, a quienes les ofrecen 800.000 pesos mensuales, ¿cómo se sentirán los estudiosos, trabajadores y emprendedores? Que dicho sea de paso, son la mayoría y esperan apoyo del Estado.
Había mencionado antes, en otro artículo, como pone el nuevo Gobierno en peligro la seguridad energética y la industria minera, pero lejos de potenciarla, hoy anuncian incluso la compra de gas a Venezuela, poniendo en riesgo la soberanía energética del país, basta solo mirar la dependencia de gas Ruso de Europa y las consecuencias por la guerra en Ucrania para entender que es un terrible error.
Otro que esta de pláceme es el narcotráfico, con las medidas tomadas por el Gobierno estaremos nadando en coca, las estructuras criminales estarán llenas de dólares. Aquí el talón de Aquiles de la paz total, no solo porque con el narcotráfico dichas estructuras serán mas grandes y poderosas, por lo tanto, mas empoderadas en la mesa de negociación, además, porque con tremendo negocio será muy difícil que logren un acuerdo con el Gobierno, así sea de impunidad.
Son muchos mas los temas, como los del Ministerio del Trabajo, los del Ministerio de Defensa, la Policía, la invasión de tierras, el precio de la gasolina etc., habrá otras columnas para hablar sobre ellos, sin embargo, invito a despertar, es mucho lo que esta en juego, todos queremos un cambio, pero no así, despierta antes de que sea demasiado tarde.
¡26 de Septiembre a la calle!
