Un lugar maravilloso ubicado en los bordes de la zona empresarial, financiera y de modas del barrio El Nogal, Chapinero, donde las prisas, el ruido e incluso las inclemencias y rarezas del clima bogotano simplemente se quedan de puertas para afuera como en un acto de magia. Y créanme, que esa magia va más allá de ser un pedazo del alma del norte de España en nuestro suelo patrio, sino en que la calidez aumenta las sensaciones del gusto por su comida y perfección de maridaje.
*Jhon Jairo Armesto Tren
“El ave de Minerva no emprende el vuelo hasta el oscurecer”
Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), filósofo alemán
“La medida de las grandes almas no es lo que abrazan sino lo que estrechan”
Nicolás Gómez Dávila, filósofo y políglota colombiano (1913-1994)
Este pasado viernes, cuando en la bipolaridad climática de nuestra ciudad, la tarde pasó de soleada y picante, a tenebrosa y gélida, entrar después de tres meses de invitación a El Asturiano no fue simplemente entrar a un restaurante a comer o escampar bajo un microclima de un edificio que por obvias razones de su actividad genera y conserva una sensación térmica más alta que la del exterior. Esa definición, bella y al mismo tiempo gaseosa del calor humano, o calor de hogar, que solamente se entiende cuando se precisa y se extraña -y por eso mismo indescriptible-, es la misma que uno puede aplicar a lugares con alma, cómo este bellísimo local de dos pisos ubicado en la calle 77 por la carrera 12.
Al entrar, en este bello sitio, que es pequeño y de buen ambiente, al sonido de un grupo de amigos comensales españoles, y al poco tiempo una pareja que se ubica para disfrutar además de una maravillosa paella, la cerveza insignia de España, que haría famosa la famosa serie de Netflix La Casa de Papel, Estrella Galicia.
Por mi parte, pude degustar una paella sencilla acompañada con un vino tinto de verano abundante y de buen hielo. Sencillez, calidez y recuerdos de sabores de infancia en una sola comida. El arroz con garbanzos, arvejas, pimentón a flor de piel -que a nosotros que nos gusta su sabor como ingrediente del arroz blanco, queremos verlo involucrado más en platos fuertes, carnes y ensaladas-, con el cerdo y pollo servidos con su guarnición de limones, es simplemente una reminiscencia del clásico arroz con pollo entrañable que, en mi caso preparaba mi abuela y nutrió durante mucho esos primeros años.
¿Si una paella sencilla es así, por qué no probarla con mariscos, pulpo y ostras?
Además, el chef, que literalmente es el dueño del aviso, Javier Díaz de Miranda lo atenderá personalmente y hará todo para que usted se sienta como en casa, o tal vez mejor. Un asturiano, un español, que durante años estuvo ubicado en Chía con un restaurante de gran formato que decidiría dejar atrás para tomar rumbo a Chapinero para construir un sueño más acogedor, exclusivo y no menos movido y concurrido no solamente por su ambiente, platos de primera para almuerzos y cenas habituales, sino para ser la casa de eventos especiales y de número reducido de personas.
Pero retomando el hilo con la comida, la bebida refrescante parecería insólita frente al frío extremo y lluvia sin aviso del último mes en nuestra ciudad. No obstante, su delicioso matiz de sabor parecido a la sangría, solo que con refrescante hielo sin frutas, pero con un matiz increíble en su aroma, que no solamente es por ser la bebida habitual en el verano español, sino por esa exquisita tradición de los vinos fríos, muy de Portugal y en la España del norte en Galicia, Cantabria y, por supuesto el Principado de Asturias, origen de nuestro chef, héroe de jornada.
El chef Javier ha sido además un pionero en cuanto a dos temas vitales que hoy día tienen en camino a Colombia de ser un escenario en la escena gastronómica tanto por la renovación y valoración de la cocina colombiana, sino por el adquirir el gusto por diferentes platos, bebidas y costumbres de diferentes países. En su caso lidera la Escuela Española de la Paella, que ha sido semillero tanto para amateurs en las artes culinarias, sino para talentos que han fundado sus propios restaurantes o casas de banquetes.
Nadie en Bogotá sabe más de paella, frutos del mar y del arte español de los jamones curados, con toda su categoría así como del maridaje de vinos y de acompañantes para tapas y tablas de quesos que Javier Díaz de Miranda. Así que si quiere aprender a cocinar o va a emprender en este mundo, tendrá el mejor maestro y además, alguien que con su experiencia y talento sin egoismo, dará todo porque usted triunfe en el mundo gastronómico
Si quiere comer algo diferente y estar en un sitio privado, agradable para toda ocasión (desde un almuerzo normal en un día de trabajo, pasando por una hasta una reunión familiar o empresarial), pero en medio de un oasis entre el ruido, las preocupaciones y el bipolar clima de la ciudad, además de ser un paraíso de la alta cocina y el buen gusto todos los días, todo el tiempo y abierto para todos.
Reservaciones y contactos al número de celular y Whatsapp +57 310 2247176 tanto para reservaciones en El Asturiano como para jornadas académicas de cocina en la Escuela Española de la Paella.
El Asturiano es un restaurante internacional con alma que cambia la vida de quien lo visita, incluso la mía. ¿Y usted que espera para venir?
