Juan Sebastián del Cano, o Delcano, o también de Elcano como vino a llamársele siglos después —aun hay controversia sobre la cuestión—, era natural de Guetaria, Guipúzcoa. Contaba con "32 años, poco más o menos" cuando dio inicio la expedición. Mantuvo un perfil discreto en los primeros meses como maestre de la nao Concepción —era por tanto uno de los oficiales al mando de la marinería—. Será más tarde, después de zarpar de Brunei, que asume el mando de la nao Victoria hasta la vuelta, con la gran dificultad por añadidura de tener que evitar las rutas y costas portuguesas en el Índico y la costa africana, en una singladura que le consagrará como uno de los mejores marinos de todos los tiempos.
En sus inicios, Elcano adquirió gran experiencia marinera en barcos pesqueros y mercantes, llegando a ser “armador” de una nave. Sin embargo, tuvo que venderla a unos saboyanos (con quienes la corona prohibía en ese entonces negociar) para poder pagar a sus hombres. Algunos autores suponen que terminó por alistarse con Magallanes para redimir su falta, aunque no hay nada escrito sobre ese episodio. Lo que sí consta es que, a su vuelta, el Emperador Carlos V perdonó expresamente este hecho.
Tras completar la vuelta al mundo, logró fama y honores, además de ser recompensado por el Emperador con una renta vitalicia de 500 ducados de oro anuales, y un escudo de armas con la inscripción Primus Circumdedisti Me, el primero que me circundaste.
Falleció en el Pacífico en 1526 por intoxicación, causada por la ingesta de un gran pez, posiblemente barracuda, "con dientes como de perro" (Fernández de Oviedo) "y murieron también todos los hombres principales que comían con él, casi en tiempo de 40 días" (Juan de Mazuecos). Por entonces, Elcano estaba al mando de la siguiente expedición al Maluco, conocida como Expedición de Loayza.
La cuestión que surge es, como hizo Magallanes para navegar hasta las Indias Occidentales y como haría para navegar a través del mar, recién descubierto por Vasco Núñez de Balboa, sin tener cartas de navegación, ni naves adecuadas —se ha dicho, lo primario y limitado—; existían algunas certezas:
GEOGRÁFICAS:
- Rutas a América por parte de Cristóbal Colon, Juan Díaz de Solís, Américo Vespucio, Pedro Álvarez Cabral.
- Ruta Portuguesa a Oriente, como ya lo citamos con Bartolomé Díaz y Vasco da Gama.
FISICAS: Vientos y Corrientes.
- Ruta a América.
- Ruta a Oriente
Además, aplicó los últimos conocimientos en navegación, por lo cual se concluye que sintetizó un siglo de experiencias náuticas. A bordo de la “Trinidad” se tenían:
Esfera amilar: instrumento astronómico que servía para calcular estaciones.
Ballestilla: para medir la altura del sol.
Cuadrantes de madera: para medir ángulos.
Brújula: para señalar el norte magnético
Astrolabio: para medir la posición y altura de las estrellas.
Nocturlabio: instrumento para determinar el tiempo en función de la posición de una determinada estrella en el cielo nocturno
Reloj de Arena: ampolletas de media hora.
Mapas de Nuño García: que eran las cartas existentes de la época.
Con esto doy por concluida la Introducción a lo que llamo: EXPEDICIÓN FATAL MAGALLANES-ELCANO. (PRIMERA CIRCUNNAVEGACIÓN) y lo que viene a continuación son las “Piernas”, que en lenguaje náutico es la navegación de un puerto al otro o de un sitio de fondeo (al ancla) a otro, lo cual, mas o menos, se asemeja también al concepto de derrotero o singladura.