Además de obligarnos al confinamiento, uso de tapabocas, cuidado extremo y cambios sustanciales en nuestras rutinas diarias, la pandemia por el covid-19 nos abocó sin piedad y sin más salida al trabajo remoto, sí, a depender de una buena conexión a internet para cumplir con nuestros compromisos laborales, algo que, sin duda, fue toda una odisea para los más adultos, esos poco familiarizados con la tecnología; mientras que para los más jóvenes y activos en el mundo digital, fue un tiempo no solo mucho más productivo, sino cómodo y reconfortante.
Sí, lo que antes parecía fantasía, hoy es una realidad. La virtualidad llegó para quedarse y para mejorar la calidad de vida de millones de trabajadores en el mundo que no solo perdían horas y horas en el transporte público o el tráfico para lograr llegar a sus oficinas, sino que carecían de tiempo de calidad en familia.
Tal es el impacto que ha tenido el trabajo en casa que muchos, muchísimos empresarios, tuvieron que no solo implementar esta modalidad en su dinámica laboral, sino que llevaron sus compañías a una transformación única, jamás vista en años en el mundo, convirtiéndolas hoy en verdadero ejemplo de cambio, transformación e innovación.
Ahora bien, no todo es color de rosa. Si bien la tecnología ha jugado un gran papel en nuestras vidas, especialmente en ese capítulo tan difícil que trajo consigo la pandemia, también ha sido un desestabilizador de la fuerza laboral, por ejemplo, para los líderes de proceso, quienes se enfrentan a un enorme desafío para hacer un seguimiento acucioso y efectivo a los indicadores de gestión, metas trazadas, tareas asignadas y cumplimiento de horarios por parte de sus equipos de trabajo.
Para que el engranaje de una empresa no se vea afectado por la virtualidad o trabajo remoto, es importante tener en cuenta aspectos como el acceso a herramientas de trabajo óptimas y de calidad como lo son Microsoft Teams™ y Slack, que pueden proporcionar un centro integrado esencial para el desarrollo de ideas y estrategias que permitan a los trabajadores desarrollar de manera autónoma sus tareas. Teams, por ejemplo, se integra con SharePoint™, que a su vez tiene compatibilidad con OneDrive™ y OneNote™. Estas herramientas nos permiten mantener una parte de contacto visual con el otro, lo que facilita la participación e interacción del recurso humano en una fuerza laboral híbrida.
Es importante además de entender que la tecnología y el liderazgo van de la mano. En este caso serán las cabezas de área quienes hagan el seguimiento correcto al rendimiento y comportamiento de cada uno de los colaboradores, solo así podrá garantizarse el éxito de la operación.
Entiendo la urgencia de adaptarnos a los nuevos cambios, de implementar nuevas herramientas que nos permitan hacer no solo un mejor trabajo, sino optimizar recursos, siempre cumpliendo las metas establecidas, pero, la cultura organizacional no puede echarse al olvido del todo. Toda compañía que acepte una operación tras bambalinas 100% virtual o 50/50 no puede olvidar los almuerzos presenciales, los días de la familia, las vacaciones e incluso las integraciones de equipo. Esto será lo único que nos recuerde que seguimos siendo seres humanos de carne y hueso que piensan, sienten, se equivocan, sueñan y sonríen, porque están muy lejos aún de ser solo máquinas.