Desde 2016 se dio inicio al proyecto ID2020 que tiene como objetivo la digitalización global con datos biométricos y tecnología blockchain de todas las personas. El discurso se ha centrado en resaltar enfoques éticos y de protección a la privacidad de los datos para la identificación digital.
En este polémico proyecto participan, entre otras, The Rockefeller Foundation, Microsoft y Gavi “The Vaccine Alliance”, ésta última auspiciada por la Fundación Bill y Melinda Gates. Junto a ellos se encuentran las corporaciones Hyperledger, que promueve la tecnología blockchain; IRespond y Simprints, organizaciones dedicadas al uso de datos biométricos para la identidad digital; así como la ICC, International Computing Center de Naciones Unidas.
En mayo de 2016, en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, la cumbre inaugural ID2020 reunió a más de 400 personas, entre representantes del sector público, privado, académico y farmacéutico, para discutir cómo proporcionar identidad digital a todos los ciudadanos. Este hace parte del objetivo de desarrollo sostenible que incluye a 1.500 millones de personas que viven sin ningún tipo de identificación reconocida en el mundo.
Para entrar en contexto, una de cada siete personas a nivel mundial carece de un medio para demostrar su identidad. Según la edición 2018 del conjunto de datos mundiales de Identificación para el Desarrollo (#IDpD) del Banco Mundial, más de 1000 millones de personas en todo el mundo no pueden demostrar su identidad. De estas, más de la mitad vive en África.
Los países con ingresos más bajos y con una gran brecha de género son los países donde más se carece de una identificación básica. Igualmente, los países con las mayores brechas de género tienden también a ser aquellos con barreras legales para el acceso de las mujeres a los documentos de identidad. Por ejemplo, en Afganistán, Benin y Pakistán, una mujer casada no puede solicitar un documento de identidad nacional de la misma manera que un hombre casado.
No vayamos tan lejos, casi 34 millones de personas en toda América Latina y el Caribe, de acuerdo a la iniciativa #IDpD, carecen de registro de identidad y por tanto de documento de identidad.
La mayoría de las personas son registradas mediante un acta de nacimiento en el mismo centro de salud donde nacieron o pocos días después en un registro civil. Sin embargo, para algunas, realizar este proceso presenta muchas dificultades. Los obstáculos varían en cada país, aunque la mayoría provienen de comunidades de escasos recursos en zonas aisladas, tienen padres que también carecen de registro o pertenecen a grupos indígenas.
El panorama en materia de identificación en el mundo es muy preocupante, especialmente para las personas de bajos recursos. Para ese determinado grupo poblacional la identificación digital es una alternativa muy importante que le permitirá tener acceso a servicios sociales vitales y ejercer sus derechos como ciudadanos y electores, así como participar en la economía moderna.
ID2020 es parte de los objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas que incluye como una de sus metas “proveer identidad legal para todos, incluido el registro del nacimiento”, de manera encriptada y descentralizada (blockchain).
¿Por qué participa como uno de los principales fundadores GAVI “The Vaccine Alliance”, la alianza de los grandes laboratorios que se encarga de campañas de vacunación global?
Se ha especulado mucho acerca de un chip o microchip que contendrá las vacunas del Covid-19. Sin embargo, no existe ningún anuncio público o estudio en ese sentido que ratifique dicha versión. Por el contrario, se ha hablado de tecnologías como los certificados digitales o el blockchain que utilizan un sistema de clave público y criptografía para garantizar la integridad de la información. Un ejemplo de los proyectos financiados por ID2020 es MyPass, el cual busca crear una plataforma con blockchain que almacena y valida documentos personales de población sin hogar en Austin, Texas, para que accedan a servicios sociales y de salud.
Tener más de 1000 millones de personas en el planeta sin identificar es un grave problema y hacerlo es inmenso reto. Las personas en condiciones de pobreza y geográficamente aisladas como las poblaciones indígenas, tienen los más complejos inconvenientes, entre ellos la falta de acceso a recursos tecnológicos.
Somos afortunados quienes hemos podido registrarnos en el Registro Civil de nuestro país y contar con un documento de identidad. Hoy en día, también contamos con identidad digital que debe estar sustentada en la autoridad del Estado que albergue dicha competencia. En nuestro caso es la Registraduría Nacional que maneja todos los datos del Registro Civil de las personas y los datos asociados a nuestro documento de identidad. Los colombianos debemos estar atentos a la cédula digital y al uso complementario de la biometría de huella para trámites presenciales y biometría facial.
Recordemos que hoy en día tenemos múltiples identidades digitales que van desde pasaportes electrónicos hasta billeteras digitales, banca en línea y cuentas de redes sociales. Existen diversas formas de identificarnos digitalmente, lo que nos permite viajar, hacer negocios, acceder a registros financieros y médicos. No obstante, la identidad digital para el ejercicio de derechos civiles y políticos deberá estar liderada por el ente competente a través de mecanismos como la cédula digital y la biometría.