Los líderes del mundo concentraron sus esfuerzos locales y multilaterales, en contrarrestar los efectos funestos que ha dejado la pandemia de la Covid-19 - en el 2020 especialmente- en dos frentes estratégicos: la inmunización de la población en el menor tiempo posible, para conseguir lo que se denomina la inmunidad de rebaño, es decir, vacunar entre el 60 y 70 por ciento de la población, en los países que han sido duramente afectados por el coronavirus en términos de contagios y muertes e impulsar la rápida reactivación de las economías, para contener la dura recesión que ha ocasionado gran déficit fiscal, quiebra de empresas, aumento del desempleo, contracción del consumo de los hogares y aumento desmedido de la pobreza multidimensional.
La inmunidad de rebaño, es uno de los principales retos que tienen las autoridades sanitarias mundiales, según la OMS, el término «inmunidad colectiva» (también llamada «inmunidad de grupo») se refiere a la protección indirecta contra una enfermedad infecciosa, que se consigue cuando una población se vuelve inmune, ya sea como resultado de la vacunación o de haber presentado la infección con anterioridad. Este proceso de inmunidad, depende también de las características inmunológicas de la población, condiciones socioeconómicas, niveles de contagios y muertes por millón de habitantes que ha tenido cada país.
Sin embargo, la oferta de producción de los laboratorios que tienen la licencia y autorización para producir las vacunas que combatirán el virus, son insuficientes frente a las demandas de los países, y todo indica, que hay una clara prelación de los laboratorios con los países desarrollados, que han invertido muchos recursos económicos en la investigación y producción de estas vacunas, lo cual genera una clara inequidad para el acceso a estas, lo cual genera dudas, que este año alcancemos la inmunidad de rebaño, particularmente en los países en vías de desarrollo, lo que afectaría gravemente las metas de crecimiento económico proyectadas para el presente año.
Así las cosas, la inmunidad colectiva para el 2021, difícilmente se lograría por las dificultades para abastecer la demanda mundial de vacunas, la logística del proceso de distribución y la conservación bastante dispendiosa, que requiere tiempo para llegar a todos los rincones de la población mundial, en lo que resta de este año.
Según las cifras más recientes -a 30 de marzo-, alrededor de 564.561.503 millones de personas, habían recibido por lo menos una dosis de la vacuna; de las cuales el 65 % se han aplicado en 5 países: China, India, Reino Unido, Brasil y Estados Unidos. El ritmo de vacunación es diverso, depende de la capacidad adquisitiva de los países, precios de las vacunas y capacidad de negociación para adquirirlas. En la Unión Europea - aún con los apremios y retrasos de los laboratorios- solo el 11 % de la población ha recibido la primera dosis, una cifra relativamente baja. Muchos países enfrentan una tercera ola de contagios, lo que ha obligado a implementar medidas de confinamiento, que retrasarán el proceso de vacunación y por supuesto, también, se retrasa la reactivación económica, que prevén con un crecimiento del 4.2 % para el presente año.
En los Estados Unidos, se ha acelerado el proceso de vacunación y esperan inocular a unos 200 millones de personas, a más tardar en mayo del presente año. Aunque ese país ha logrado incrementar su programa de vacunación -con más 130 millones de dosis suministradas-, sus niveles de contagio (más de 31 millones de personas y más de 565.000 muertes) sigue siendo de los más altos del mundo, por cada 100 habitantes, aplican 44,13 vacunas, unas de las tasas más altas, sin embargo, es poco probable que este año alcancen la inmunidad de rebaño. En cuanto a su economía ha dado muestras de recuperación y se prevé un crecimiento económico estimado del 5.5 % para el 2021, sigue siendo incierto cumplir las metas de crecimiento, de no lograr la inmunidad de rebaño en el segundo semestre.
El caso de China, país en donde inició el contagio del Coronavirus SARS-CoV-2 en la ciudad de Wuhan, muestra resultados incomprensibles en términos de niveles de contagio, muertes, recuperación y vacunación; a la fecha, se ha inmunizado alrededor del 2 % de la población, una cifra relativamente baja, si se tiene en cuenta que tienen autorizado el uso de dos vacunas desarrolladas por laboratorios chinos como son las vacunas Sinopharm y Sinovac, este sin duda, es un caso que amerita ser analizando por los científicos de la OMS, toda vez que sus niveles de contagio y decesos por infecciones del Covid-19, son de los más bajos del mundo, ¿Cuándo se conseguirá la inmunidad de rebaño en un país de casi 1.400 millones de habitantes?, con unos niveles bajos de vacunación, es un tema que genera mucha expectativa y una experiencia de la cual habrá que aprender.
Lo cierto, es que los pronósticos de China en materia de crecimiento económico 8.1 % del PIB para el 2021, son bastante ambiciosos y la inmunización de la población es expectante, comparados con el resto de países; por cada 100 habitantes, aplican 7,97 dosis, una de las tasas más bajas de vacunación, son cifras a las que hay que hacer seguimiento para evaluar la efectividad de sus políticas públicas.
En América Latina, el proceso de inmunización avanza a paso lento con grandes dificultades en el acceso y distribución de vacunas; los países que más avanzados en la inmunización de su población son: Chile con el 53,26 % por cada 100 habitantes, Brasil 5,34 vacunas por cada 100 habitantes (sus cifras de muertes y contagios siguen siendo las más altas de la región) Argentina 3,65 % por cada 100 habitantes y México 2,41 % respectivamente, entre otros, cifras muy bajas para lograr este año la esperada inmunidad de rebaño y lograr un crecimiento económico sostenido.
En Colombia, se avanza al ritmo que los laboratorios vienen realizando las entregas de vacunas y de los acuerdos del mecanismo de negociación denominado Covax. A 31 de marzo, según el Ministerio de Salud, se ha aplicado un total de dosis acumuladas de 2,243,392 y segundas dosis acumuladas 286,067, el gobierno nacional, ha negociado 20 millones de dosis para 10 millones de personas mediante el mecanismo Covax y a través de otras negociaciones bilaterales, se obtendrían 41,5 millones de dosis para vacunar a 25.250.000 millones de personas, para lograr en total 65 millones de dosis, con las cuales se pretende inmunizar a 35 millones de personas en el transcurso del año; el gran interrogante es, si al ritmo que están suministrando las vacunas los laboratorios, lograremos vacunar este año los 35 millones de personas que se ha propuesto el gobierno nacional y conseguiremos la anhelada inmunidad de rebaño, amanecerá y veremos.
Bajo este panorama de lenta distribución de las dosis de vacunas, los dispendiosos programas de vacunación y las terceras olas de contagio del coronavirus en muchos países, el gran desafío de los gobiernos y de los organismos financieros internacionales, es impulsar las perspectivas de recuperación económica, estimular la inversión extranjera y superar el alto déficit fiscal, en medio de estas graves dificultades.
El Fondo Monetario Internacional -FMI- pese a la situación social económica que enfrenta la economía mundial, prevé que América Latina, crecerá el 4,1 % en este año y pronostica que Colombia, subirá alrededor del 4,6 %, cifras bastantes optimistas, que ubican a Colombia como el tercer país con mayor probabilidad de crecimiento en la región, después de Perú con el 9 % y Chile con el 5,8 %, por supuesto, estas proyecciones dependerán de cómo avance el proceso de vacunación y si se presentan nuevas olas de contagio, que ameriten nuevas restricciones de movilidad o cuarentenas estrictas; lo que podría retrasar las estimaciones de crecimiento económico en la región e implicaría graves costos sociales y económicos para los países.
Por su parte, el Banco de la República, prevé una contracción de la economía entre 6,9 y 5 % y una tasa de crecimiento entre el 3 y 7 % con un 4,6 % como tasa intermedia, muy por debajo a las proyecciones del gobierno nacional, que estiman un crecimiento del PIB en 6,6 %, cifras optimistas, ya que no solo dependen de la inmunidad de rebaño de nuestra población, sino también, de factores externos como el comportamiento de los precios del petróleo, la inversión extranjera y el comportamiento de la balanza comercial, que alcanzó un déficit en enero de este año, de US$ 1.003.3 millones, muy superior a la de enero de 2020, que registró US$694.5 millones FOB, es decir, la balanza comercial ha venido empeorando y su recuperación tardará por lo menos dos años más en equilibrarse.
El otro tema que genera gran preocupación en las autoridades económicas, es el elevado déficit fiscal que supera el 8 % del PIB, es decir, puede llegar a más de 90 billones de pesos en el 2021, lo que representaría alrededor del 8.4 % del PIB, como consecuencia del mayor gasto que ha ocasionado la pandemia, por ello, el gobierno nacional está tramitando una nueva reforma fiscal, para buscar nuevas fuentes de ingresos en medio de la actual crisis económica y de desempleo.
Hoy los partidos políticos representados en el Congreso de la Republica, tienen que tomar una decisión de enorme responsabilidad y deberán escoger entre la necesidad de apoyar esta reforma que ayude a cubrir parte del elevado déficit y continuar con las políticas de alivios del gobierno o la conveniencia política de no apoyar una reforma de esta naturaleza, de cara a un proceso electoral parlamentario y presidencial para el próximo año, que podría influenciar las preferencias de los electores.