El país está profundamente afectado por la pobreza, las desigualdades, el desempleo, los altos precios de la canasta familiar y las puertas cerradas a las oportunidades. La economía no está al servicio de la gente, sino de unos pocos: 16 millones de colombianos no alcanzan a tener 3 platos de comida al día, 1 de cada 3 de nuestros jóvenes no estudia ni trabaja, y la tragedia social es más grave para las mujeres.
En las raíces de muchos de los males está la corrupción, que se queda con recursos públicos que deberían ser invertidos en el desarrollo social y el bienestar de la gente. Pero vamos a cambiar. Vamos a propiciar una convergencia de los sectores privado, público y comunitario para poner en marcha una nueva estrategia de desarrollo productivo, integrando educación, ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento, con el propósito de generar 1,5 millones de nuevos empleos formales, aumentar los salarios y reducir así la pobreza y las desigualdades. Hay esperanza cuando reconocemos las capacidades de nuestro país, las fortalecemos y las aprovechamos.
Nuestro programa económico tiene como eje central una estrategia de desarrollo productivo, integrada a una estrategia de educación, ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento. Tener a la educación como motor transformador de la sociedad ha sido clave en el proyecto colectivo que he representado por más de 20 años. Lo que logramos en nuestras experiencias de gobierno podemos llevarlo a todo el país desde el gobierno nacional.
Vamos a dejar atrás la dependencia del petróleo y el carbón (que nos expone a riesgos ambientales y macroeconómicos) y pasar a tener una estructura exportadora más diversificada y competitiva internacionalmente. El mundo está cambiando rápidamente: nuestros productos mineros van a escasear en un futuro cercano, y el planeta nos pide que busquemos nuevas maneras de prosperar y usar nuestras riquezas. La agricultura, la industria y los servicios, en especial los de alto contenido tecnológico, tendrán un papel prioritario en la transformación productiva, la generación de empleo y el aumento en la productividad.
La ciencia, tecnología e innovación serán el corazón de nuestra estrategia de desarrollo productivo. Triplicaremos en los próximos 4 años el gasto en investigación y desarrollo lo que se traducirá en la creación de 5 centros de investigación e innovación enfocados en los desafíos del país: ciencia y tecnología para la agricultura, la industria y los servicios, energías y cambio climático, salud y bioeconomía. Investigación que llevaremos al sector privado y nos permitirá que las empresas (grandes, medianas y pequeñas) sean más competitivas, generen más valor, y puedan contratar más personas que hoy están desempleadas, en la informalidad o que pasaron a la inactividad después de la búsqueda sin éxito de un trabajo. Apoyaremos, en particular a las pequeñas y medianas empresas, que emplean a 2 de cada 3 trabajadores, y que necesitan apoyo público para su innovación y emprendimiento, a través de crédito y formación técnica para sus empleados.
Los actores locales serán esenciales en la formación de capital humano. Trabajaremos con el SENA, las universidades, las Cámaras de Comercio y las Cajas de Compensación, para adecuar la formación de los estudiantes a las necesidades de las empresas. Cada región, que tiene un aparato productivo diferente, podrá formar su capital humano de acuerdo con sus necesidades.
Crearemos un Sistema Nacional de Cuidado para para aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral y mejorar el bienestar de niños, adultos mayores y personas con discapacidad.
Por último, nuestro programa económico incluye un paquete de tres reformas económicas pendientes (pensional, laboral y tributaria) que, junto con una mayor eficiencia del gasto público, permitirán sostener la protección social de los trabajadores y las personas mayores, y financiar nuestro programa económico.
Colombia va a cambiar. Juntos construiremos el proyecto de país que queremos: un país justo, solidario y en paz, que cree riqueza para sus regiones, capaz de reducir las brechas de género, que atienda sus desafíos ambientales y aproveche las capacidades de Colombia para su transformación.
