Estamos prácticamente a cincuenta días de las elecciones legislativas de Colombia 2022. Penosamente, el país aún no logra implementar el voto electrónico y volverá a utilizar el método acartonado de los cubículos y los tarjetones múltiples. Además de las elecciones para elegir los integrantes del Congreso de la República en Senado y Cámara, los electores van a seleccionar con su voto, a los líderes de las diferentes coaliciones políticas que competirán por la nominación de cada una de esas alianzas para disputar la Presidencia de la República.
La ciudadanía va a elegir 108 senadores y 188 representantes. De los 108 senadores, 100 son de circunscripción nacional, cinco representan al partido Comunes según lo acordado en el proceso de paz, dos de circunscripción especial indígena, y un senador quien será el candidato a la Presidencia de la República que ocupe el segundo lugar en las elecciones para elegir presidente.
En la Cámara de Representantes se elegirán 188 parlamentarios, de los cuales 161 provienen de los 32 departamentos y del Distrito Capital, dos de la circunscripción de las comunidades afrodescendientes, uno por la circunscripción de las comunidades indígenas, uno de los raizales de San Andrés y Providencia, y uno de la circunscripción internacional. Además, estarán 16 representantes de las víctimas del conflicto, cinco del partido Comunes y una última curul se le otorga a la fórmula vicepresidencial que ocupe el segundo lugar en las elecciones presidenciales.
Los electores también podrán solicitar el tarjetón para elegir entre los precandidatos presidenciales de las diferentes coaliciones o alianzas que van a participar, aquel que debe ir en la fórmula que representará la coalición respectiva en las elecciones presidenciales, cuya primera vuelta tendrá lugar el 29 de mayo. El votante solicitará el tarjetón de la consulta de la coalición que desea respaldar y escogerá entre los líderes de esa alianza al que desea que sea el candidato presidencial.
La responsabilidad de los ciudadanos frente a las elecciones durante este año es crucial. Tanto la elección de congresistas como la escogencia del candidato presidencial son actos de total seriedad y compromiso para cada uno de los votantes. La calidad de los congresistas depende de la calidad y responsabilidad de los votantes el 13 de marzo. Mucha gente critica con vehemencia al congreso sin señalar la enorme falla de los ciudadanos que no votan a conciencia, ni estudian su decisión previamente. En mi caso reconozco por lo menos 20 de los y las aspirantes al parlamento con alta capacidad profesional, limpia trayectoria y arraigo ético. Me impresionan líderes como De la Calle, mujeres valiosas de Compromiso Ciudadano, del Nuevo Liberalismo, de la Alianza Verde. Hay personalidades que abogan por la paz sinceramente, ambientalistas reconocidos, feministas de mérito, profesoras y profesores, dirigentes cívicos, campesinos, líderes sociales y regionales, conocedores de la economía y de la hacienda pública, intelectuales, artistas.
Y en cuanto a las consultas lo más importante es reconocer los atributos, la capacidad, la experiencia y la consistencia. Ahí se ve fuerte el Centro Esperanza. Ya lo he afirmado, me impresiona la consistencia y serenidad de Sergio Fajardo. La manera como ha resistido la infamia y el acoso moral, su seriedad. Su experiencia como Gobernador y Alcalde. Su condición de profesor que tiene a la educación como eje con la Universidad Digital, la formación para el empleo. Su política para el desarrollo productivo y su énfasis en el papel de la ciencia y la tecnología. Su política internacional de diálogo, multialineación y profesionalismo. Su compromiso con la paz y los territorios. El ministerio de la mujer, el viceministerio de la Mipyme, el desarrollo territorial, la promoción de cadenas productivas a todo nivel. El centro esperanza tiene otros educadores. Robledo ha sido profesor muchos años y gran parlamentario, Gaviria es un académico meritorio también, Galán ha mostrado en la campaña tremenda madurez y lleva la sangre educadora en sus venas. La fuerza de Ingrid es un símbolo, el Centro con Cristo liderando las víctimas y De la Calle como jefe de bancada se muestra sólido. Mockus es el gran patriarca y Navarro ofrece su testimonio.
Voceros de la polarización han utilizado toda suerte de maniobras para debilitar o dividir la coalición Centro Esperanza. Esta Alianza que significa una convergencia por el cambio en las costumbres políticas y una nueva visión del desarrollo basada en la inclusión y la sostenibilidad, es una unión de personas con un protocolo ético y un propósito transformador. Es natural que surjan diferencias, pero el entendimiento y el diálogo prevalecerán.
Habrá ciudadanos que encuentran sus mejores opciones en las otras coaliciones. Sería necio decir que no hay cuadros valiosos en casi todas las formaciones políticas. La anti política no puede seguir haciendo carrera con la monserga de que todos los que ejercen el oficio de representar el interés público y buscar el bien común son malvados o hampones. Los colombianos tenemos en nuestra decisión una gran oportunidad. Lo importante es salir de la mesa de votación con la conciencia tranquila por una decisión consciente y con la convicción de que la decrepitud puede cesar y de que este es el año de la virtud y del cambio. La democracia tiene esa fuerza intrínseca y por eso vigilar la transparencia y aceptar la voluntad popular será fundamental.
