Millones de pesos destinados a la salud mental en Bogotá están en riesgo debido a incumplimientos en contratos celebrados por la Subred Centro Oriente. A pesar de una inversión considerable, los resultados son insuficientes, lo que plantea serias dudas sobre la gestión de recursos públicos en la ciudad.
La Subred Centro Oriente ha celebrado dos contratos que suman más de $20.000 millones, pero lamentablemente, a la fecha, ambos contratos presentan serios incumplimientos. Es inaceptable que recursos destinados a la salud de los bogotanos estén en manos de empresas con medidas cautelares, embargadas y en proceso de remate.
Quiero denunciar ante los organismos de control, a la contraloría y a la personería, que le pongan el microscopio a los siguientes contratos:
El primer contrato, el 02-BS-0101-2022 con el Consorcio La Victoria, no ha mostrado ningún avance significativo. A pesar de una asignación presupuestal considerable, el avance reportado es del 0%, lo que plantea serias dudas sobre la gestión de estos recursos públicos.
El segundo contrato, el 02-BS-0104-2022 con la empresa Omicron Del Llano S.A.S para la creación del Centro Especializado de Salud Mental Pediátrico USS San Blas, también presenta retrasos significativos. A pesar de la modificación del contrato que aumentó su valor de manera exorbitante, el avance reportado es del 16% al llegar a su término. Esto es inaceptable y requiere una explicación urgente por parte de las autoridades responsables.
¿Qué está pasando con los organismo de control, será que sí están funcionando?, porque es increíble que ante tanta denuncia no se haga absolutamente nada.
Es alarmante la falta de supervisión e interventoría efectiva en estos contratos, así como la ausencia de informes sobre anomalías en el SECOP II. Las recomendaciones de la Veeduría Distrital y la Personería de Bogotá sobre la atención en salud mental refuerzan la urgencia de reformas integrales en este ámbito.
Me encuentro profundamente preocupado por las graves irregularidades que he descubierto en los contratos mencionados para unidades de salud mental en la Subred Centro Oriente.
¡Contratistas!, dejen esa mamadera que gallo de iniciar obras y no terminarlas, porque no tiene sentido que se hagan inversiones para mejorar los servicios; si los contratos no se ejecutan. Tenemos una cartera que no se cobra, estamos invirtiendo en mejorar la infraestructura hospitalaria que no se hace y que no se termina, y adicional a las personas que prestan los servicios no se les paga cuándo se debe.
Como Concejal de Bogotá, es mi deber informar a la ciudadanía sobre estas preocupantes prácticas que ponen en riesgo la salud y el bienestar de nuestros conciudadanos.
Exijo que las entidades encargadas del Sistema de Salud del Distrito cumplan y hagan cumplir las obligaciones legales y contractuales que afectan recursos públicos. Es hora de actuar con determinación, transparencia y compromiso para garantizar el bienestar mental de todos los bogotanos.
Estoy comprometido con el bienestar de mi ciudad, seguiré vigilando y exigiendo respuestas claras y acciones concretas para corregir estas irregularidades y asegurar que los recursos públicos se utilicen de manera efectiva y transparente en beneficio de la comunidad.
Frente a la hoja de ruta que debe adoptar la actual Administración, como concejal de Bogotá, exijo que las entidades encargadas del Sistema de Salud del Distrito deben cumplir y hacer cumplir, con contundencia, las obligaciones legales y contractuales que afectan recursos públicos, debe trabajarse de forma incansable para erradicar la corrupción.
Es hora de actuar con determinación, transparencia y compromiso para garantizar el bienestar mental de todos los bogotanos.