En nuestra serie de los navegantes del siglo XV, indiscutiblemente hay que iniciar con este personaje, el almirante chino Zheng-He. Cuando tuve la grandiosa oportunidad de viajar a Shanghái, visité el museo marítimo que se encuentra en la Plaza del Pueblo, en el distrito de Huangpu de dicha municipalidad. Hay un pabellón completo para este personaje. Veamos como es el asunto.
En 1405, el emperador Yongle (de la dinastía Ming) instaló a su eunuco favorito, el almirante Zheng-He (1371-1433), a la cabeza de una gigantesca flota de navíos destinados a misiones plenipotenciarios y comerciales. Zheng-He, (en pinyin, Zhèng-Hé; Wades-Giles Cheng-Ho y traducción literal: "eunuco que vale tanto como tres piedras preciosas") fue el mayor explorador marítimo chino de la historia, y el más importante de Asia, así como el comandante de la armada más grande que conoció el mundo hasta la primera guerra mundial. Zheng-He, también conocido como “Ma Sanbao”, se le conoce como un militar marino y explorador chino musulmán, especialmente famoso por sus expediciones navales, realizadas entre 1405 y 1433, durante la época temprana de la dinastía Ming, que algunos identifican legendariamente con los viajes de Simbad.
Sus contribuciones son claves para comprender la avanzada historia de la cartografía china. Los chinos habían realizado misiones diplomáticas terrestres hacia el este durante el período Han (202 a. C.-220 d. C.) y practicaban el comercio marítimo con territorios tan lejanos como África oriental. Sin embargo, el tamaño de esta nueva flota no se había visto jamás. Se realizaron un total de siete viajes diplomáticos principalmente en el océano Indico. Entre 1403 y 1429, los astilleros navales de Nankín construyeron 2000 navíos, entre los que se encontraban los numerosos barcos del tesoro.
Repasando el libro de Gavin Menzies titulado <1421 el año en que China descubrió el Mundo>, publicado en el año 2002, y basado en una gran cantidad de materiales históricos y debatido por algunos críticos, debido a supuestas faltas de pruebas, encontramos que durante sus expediciones, las cuales comenzaron en Nanjing (la capital del Sur, pues la del norte es Beijing), Zheng-He exploró el Sudeste asiático, Indonesia, Ceilán, la India, el golfo Pérsico, la península arábica, el este de África hasta el canal de Mozambique, visitando 37 países, como lo veremos mas adelante. Es de anotar que también algunos juncos de su flota llegaron a América setenta años antes que Colon, no solo por el Pacifico sino en el Atlántico, pues hay suficientes evidencias.
Relataba Menzies que el promotor de aquella proeza fue el emperador Yongle (ya lo mencioné anteriormente), quien además de ordenar la construcción de la Ciudad Prohibida convirtió China en la mayor potencia marítima de la época, con una impresionante escuadra de juncos al mando de Zheng He, el “eunuco musulmán” de dos metros de altura. Cuatro de los almirantes a su mando, Yang Qing, Zhou Man, Hong Bao y Zhou Wen, exploraron el sudeste asiático y descubrieron Australia, América en ambos litorales y la Antártida.
De tal forma que el 5 de marzo de 1421, una flota china comandada por Zheng He y compuesta por unos 200 navíos que se cree que medían entre 112 y 134 metros de eslora (largo) y entre 45 y 54 de manga (ancho) puso rumbo hacia el sur. Pasado un tiempo, Zheng regresó a China y los otros almirantes siguieron su periplo. Una parte de la flota llegó a Chile, Perú, Guatemala, México y California y otra siguió la costa este de América, desde el Caribe hasta la bahía de Massachusetts. Veamos el cuadro a continuación.
La misión de los “viajes del tesoro” era proyectar el poder y la riqueza china al resto del mundo, así como controlar las principales rutas comerciales marítimas de la región. Sus viajes produjeron un importante intercambio diplomático, comercial y cultural con el extranjero. A pesar de contribuir a demostrar la capacidad organizativa y poder tecnológico chinos, no produjeron anexiones territoriales debido a la falta de tradición de colonialismo e imperialismo en ese país. Los siete viajes de Zheng-He proporcionaron mucha riqueza a ese Gobierno, elevaron el Imperio como la primera superpotencia mundial y expandieron la cultura y los colonizadores chinos hasta los últimos confines del planeta.
Y surge la pregunta: ¿Por qué no aprovecharon esa ventaja para colonizar los nuevos territorios? Menzies afirmaba que, cuando los supervivientes de las flotas regresaron en 1423, descubrieron que China no era la misma. Había sufrido una grave crisis económica que afectó a la salud del emperador Yongle. A partir de entonces ya no habría más viajes de intercambio comercial y de descubrimientos. China entraba en su larga noche de aislamiento del mundo exterior.
Los barcos fueron desguazados; los almirantes fueron destituidos; y los mapas, las cartas náuticas y los documentos que registraban aquellas hazañas de las flotas chinas fueron destruidos por orden de los mandarines. Los grandes logros del emperador se ignoraron y con el tiempo se olvidaron.
De tal forma que los confucionistas impusieron de nuevo su visión del mundo, por lo que en los siglos siguientes se impulsó el aislacionismo. No obstante Zheng-He dejó una profunda huella en la sociedad china y, en general, en todo el sureste asiático.
Pero “soltemos amarras” para ver que fue lo que el almirante Zheng-He visitó….
Continuará el 02 de diciembre del 2022.