Una noticia conmocionó al país. Un explosivo detonado en una estación de Policía en la ciudad de Barranquilla cerca de las 6:45 a. m. dejando cinco uniformados muertos y otros 47 heridos.
Media hora después, cerca a la destrozada estación, se llevó a cabo un millonario robo a un camión de valores. Se desconoce el valor de lo hurtado, pero las autoridades creen que se trata de más de 1.000 millones de pesos.
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Ambos hechos sucedidos en la misma ciudad, a pocas cuadras de distancia. Los hechos sucedieron en circunstancias extrañamente comunes, por lo que las autoridades creen que podría haber algún tipo de relación. Se cree que la persona encargada de detonar el artefacto tendría relación con los delincuentes que ejecutaron el millonario robo.
La otra hipótesis manejada por la Policía, respaldada por el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, es que se trató de algún tipo de retaliación por la captura de alias 'Happy', uno de las principales piezas del crimen organizado en la capital del Atlántico. Este líder delincuencial fue detenido por agentes de la Policía este viernes.
Sin embargo, la cercanía entre los dos hechos sucedidos esta mañana levanta sospechas, las cuales se alimentan con lo encontrado en el momento de la captura de el hombre señalado de accionar a distancia el dispositivo que acabó con la vida de los uniformados, luego de que otros dos sospechosos ingresaran los explosivos al lugar y emprendieran la huída.
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Junto a este hombre se encontraron radioteléfonos y un cuaderno en el que había mapas realizados a mano en hojas de cuaderno, los cuales señalaban dos puntos: el primero, la estación de Policía, y el segundo ubicado a pocas cuadras, en donde se esperaba realizar otro ataque.
Sin embargo, esto no fue posible por la rápida reacción de las autoridades, que volcaron sus esfuerzos a capturar a los responsables, mientras en otro punto de la ciudad se realizaba el millonario atraco, en el que murió un guarda de seguridad.
