La libertad condicional obtenida por Jhon Jairo Velásquez (alias Popeye), el temido lugarteniente de Pablo Escobar, despertó una tormenta social en Colombia. Si bien ‘Popeye’ obtiene su boleta de salida amparado en la legalidad nacional, despierta muchas dudas su reintegración a la sociedad debido a los múltiples crímenes que él mismo reconoció sin sonrojarse.
Un sicario como Velásquez en las calles no deja tranquilo a ningún ciudadano. “A veces salen de la cárcel sin haberse rehabilitado, sino más resentidos. Otros logran rehabilitarse, pero es común que los criminales salgan temerosos porque les van a pasar cuenta de cobro por lo que hicieron. Salen con intención solo de protegerse”, estima el psiquiatra Germán Aguirre, quien añadió que personajes como el mencionado delincuente pueden reincidir en la delincuencia si no encuentran otra forma de sobrevivir a las venganzas o a la marginación social misma.
Pero el sinsabor que produce la libertad de ‘Popeye’ seguramente se repetirá y muy pronto. Asesinos seriales, personajes que cometieron los peores crímenes dentro de una organización armada ilegal, o exnarcotraficantes que se alzaron como temidos matones también están por saldar sus cuentas con la justicia y sus abogados podrían precipitar su solicitud de libertad.
Jhon Jairo Velásquez, alias 'Popeye', salió libre el 26 de agosto. Fue trasladado de Boyacá a Bogotá y no se sabe su paradero.
El punto es saber cómo se reintegrarán a la sociedad, si logran salir aptos para comenzar de cero y cómo los recibirá la gente. “Personas como Garavito, si obtuvieron un buen tratamiento de rehabilitación, podrían salir sin problemas si el Estado les garantiza protección social en libertad: si les dan hogar, apoyo educativo, cultural y productivo”, estimó el psiquiatra.
KienyKe.com investigó la situación judicial de los aterradores criminales que llevan un buen tiempo tras las rejas y que más pronto que tarde empezarán a reclamar su libertad. Muchos de ellos la podrían obtener este mismo año.
Los ‘Monstruos’
El temor de toda sociedad es ver en libertad a peligrosos criminales que ocuparon los titulares de prensa por ser autores de violaciones seriales, desapariciones, torturas y asesinatos de menores de edad. En Colombia la duda está latente.
El más sonado de los casos -que genera sospechas e incertidumbre ante su eventual libertad- es el de Luis Alfredo Garavito. Le conocen como ‘La Bestía, ‘El Loco’ o ‘El Monje’. Está acusado de la muerte, violación y desaparición de más de 200 niños en Colombia y Ecuador, aunque la justicia lo procesó por 172 casos comprobados.
Garavito tiene 56 años de edad y lleva en prisión desde 1999. Por sus crímenes recibió una condena objetiva de 1.853 años de prisión; no obstante de manera efectiva sólo se le pudo sentenciar a 40 años de cárcel, siendo esta la máxima pena que se permite en Colombia.
De esos 40 años, recibió un benefició de 16 años por colaboración de la justicia, así que desde 1999 paga 24 años efectivos de reclusión.
Hoy, Garavito lleva 15 años en prisión. Penalistas sugieren que la defensa de ‘La Bestía’ ya tendría elementos para solicitar su libertad condicional, argumentando el cumplimiento de al menos tres quintas partes de la pena y solicitando que se descuenten los casi 8 años de beneficios y rebajas que habría conseguido por buen comportamiento, estudio y trabajo dentro del presidio.
Hace tres años, la entonces senadora Gilma Jiménez lanzó una alerta que generó revuelo. Predijo que en 2014 o 2015 el más temido violador y asesino de menores en el mundo podría pedir su libertad.
Ante la tormenta despertada por la política, las autoridades aseguraron que impedirían la salida de prisión del criminal. Pero aparecieron las contradicciones.
El Inpec, en su momento, dijo que Garavito no saldría antes de 2020 de la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, pero no mencionaron las rebajas que podría hacer efectivas por la acumulación (en ese entonces) de más de 8 mil horas por estudio. La dirección penitenciaria tampoco mencionó sobre la posibilidad de exigir beneficios por haber cumplido el 60% de la condena.
En cuentas superficiales, Garavito ya habría asegurado mínimo seis años de ahorro de su condena, de acuerdo a penalistas consultados por KienyKe.com.
Por su parte, el Consejo Superior de la Judicatura llamó a la calma asegurando que Garavito, en caso de pretender conseguir su libertad condicional, tendría que salir a responder por otros procesos y casos que no ha reconocido, lo que podría llevarlo a permanecer más tiempo tras las rejas.
Otros abogados estiman que la posibilidad más factible, para evitar ver a Garavito en las calles, es atender al requerimiento de Ecuador para que responda ante la justicia de ese país por crímenes similares a los cometidos en Colombia.
Sobre Garavito y Bermúdez se ha dicho que existen posibles maniobras para evitar su libertad.
En un caso muy parecido al de Garavito, el proceso de Manuel Octavio Bermúdez -conocido como el Monstruo de los Cañaduzales- tiene a varios defensores de los derechos de menores con sus ojos encima.
Bermúdez fue condenado a 56 años de prisión al ser hallado culpable de la violación y asesinato de 21 niños, aunque solo se encontraran 17 de los cuerpos. La condena fue en 2004, aunque el sujeto llevaba en prisión desde mediados de 2003. Por su colaboración para esclarecer los crímenes, su pena fue reducida a 26 años y 8 meses.
Aunque lleve once años en prisión, Bermúdez podría también ser beneficiario de las rebajas por trabajo y estudio, y probablemente antes de 2020 puede solicitar la libertad condicional.
Para que no quede dudas de que es posible la libertad de alguno de estos sujetos, es válido recordar el caso de uno de los más terribles criminales que ha tenido Colombia. Pedro Alonso López fue considerado el peor asesino y violador de niñas del siglo XX en América.
Es tolimense, de una familia disfuncional, sin presencia de padre y con una madre dedicada a la prostitución. Su actividad criminal se afianzó en los 70 hasta que fue descubierto abusando sexualmente de una menor de 12 años. Pedro confesó sus crímenes y dijo ser responsable de al menos 300 asesinatos en Ecuador, Colombia y Perú. Desde entonces se le conoció como ‘El monstruo de los Andes’.
En 1980 fue condenado a 30 años de prisión en Ecuador donde terminó pagando 16, gracias a las rebajas de pena de ese país. Fue luego trasladado al pabellón de psiquiatría de la Cárcel Modelo de Bogotá, pues diagnósticos médicos lo identificaban como enfermo. Sin embargo obtuvo libertad condicional en 1999.
Tras ser liberado se estableció que continuó con su actividad criminal hasta que las autoridades de Bogotá, Quito y Lima exigieron su captura internacional. En la actualidad su nombre no aparece en las páginas de delincuentes que busca la Interpol. Tampoco se sabe si aún vive.
‘Los narcos vieja guardia’
De la época dorada del narcotráfico, que azotó sin piedad a Colombia especialmente a finales de los 80 e inicios de los 90, hay varios personajes que -pese a ser protagonistas de varios crímenes- están libres.
No solo sucedió con John Jairo Velásquez Vásquez, alias 'Popeye', sino con otro de los cofundadores del Cartel de Medellín: Jorge Luís Ochoa Vásquez.
El narcotraficante colombiano, que fue del clan de más nivel del grupo criminal dirigido por Pablo Escobar, se había entregado en enero de 1991 bajo el amparo de un programa de sometimiento a la justicia impulsado por el entonces presidente César Gaviria. Por dicho beneficio pagó 5 años y 5 meses de prisión y desde 1996 está en libertad. Se sabe que se dedicó a la ganadería.
Algo parecido acontece con los hermanos Fernando y Arcángel Henao Montoya. Fueron miembros del cartel del Norte del Valle y se les atribuye responsabilidad en el crimen del conservador Álvaro Gómez Hurtado, entre otros delitos.
Fernando fue capturado por Estados Unidos y condenado por narcotráfico a 19 años en 2001. Se sabe que su defensa ha conseguido estudios de rebajas de pena y se ha rumorado sobre su eventual liberación. Arcángel, por su parte, enfrenta una condena mucho mayor en una prisión federal, y no se cree que salga libre antes de 2030.
Arcángel y Fernando Henao podrían regresar antes de 2016 a Colombia. Vícto Patiño fue uno de los narcos que, tras su liberación, se cree que continuó delinquiendo.
En 2012 el diario El Tiempo informó que Estados Unidos otorgó una libertad condicional a Fernando; posteriormente, estudiaría una para Arcángel, y les daría un permiso para residir en el estado de Florida. El arreglo se estaba negociando luego de que accedieran a testificar contra nuevos ‘capos’ como ‘Rasguño’, y entregar información detallada de narcorrutas que hasta hace poco seguían en funcionamiento para traficar hacia Estados Unidos.
El acuerdo se concretó a finales de 2013 y hay una condición para que la condena se termine de pagar hasta antes de 2017, para que entonces puedan regresar a Colombia, si no es que un acuerdo anticipa su retorno.
‘Los narco-paras’
El paramilitarismo en Colombia también se dejó permear por el narcotráfico, y para lograr su cometido recurría a prácticas criminales para conseguir el dominio del mercado ilegal. Varios de los capos del narcotráfico paramilitar están en Estados Unidos cumpliendo penas de más de 30 años de prisión desde hace menos de de diez años. Algunos ya consiguieron libertad y estarían próximos a regresar a Colombia, si así lo deciden.
Juan Carlos ‘EL Tuso’ Sierra es uno de los casos más recientes. Fue extraditado en mayo de 2008 y condenado a diez años de prisión; no obstante su defensa consiguió beneficiarlo con un permiso de las autoridades estadounidenses para salir de la cárcel y quedarse en el país, argumentando que si era deportado a Colombia su vida correría peligro y ya no podría contar más información sobre el negocio de tráfico de estupefacientes y los involucrados que aún no han quedado develados.
‘El Tuso’, desmovilizado del Bloque Héroes de Granada de las AUC, realmente pagó solo cinco años de prisión y consiguió libertad hace un año. Se sabe que tiene mucha más información sobre la parapolítica y casos de lavado de activos que involucrarían a altos mandos de las Fuerzas Armadas. El permiso con el que cuenta en Estados Unidos le permite trabajar.
El 'Tuso' Sierra está libre en Estados Unidos. Espera acordar beneficios para regresar a Colombia.
También está en veremos la situación de Diego Ruiz Arroyave, primo del asesinado capo Miguel Arroyave, quien había cumplido una pena por narcotráfico en Estados Unidos, pero que resultó siendo deportado a Colombia en mayo de 2013.
Arroyave, como desmovilizado del bloque paramilitar Héroes de los Llanos, ha sido cobijado con la jurisdicción de Justicia transicional, y desde su regreso al país ha permanecido privado de su libertad mientras responde por acusaciones de asesinato. Su vinculación a Justicia y Paz viene desde mucho antes de 2010 y no está resuelta; de solucionarse antes de 2018 quedaría libre. Este año tenía que haber rendido varias indagatorias, pero en su mayoría han sido canceladas.
Los otros jefes ‘paras’
A finales de este año se cumplirán las penas máximas alternativas a las que se acogieron más de 70 lugartenientes paramilitares que se sometieron, tras su desmovilización, a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz.
A pesar de las atrocidades cometidas, la norma de justicia transicional les permitió cumplir máximo 8 años de prisión a cambio de entregar la verdad absoluta sobre sus crímenes, devolver bienes obtenidos con la ilegalidad, pedir perdón a sus víctimas y garantizar las condiciones necesarias para la reparación.
Muchos de estos sujetos, que están próximos a quedar en libertad, no han cumplido con las condiciones ni de verdad, ni perdón y mucho menos reparación.
Lea también: Los sanguinarios exparas que saldrían libres en pocos meses
En diálogo con KienyKe.com Fernando Hernández, director de la Corporación Nuevo Arcoíris, dijo que resultará ilegal y escandalosa la libertad que recibirán muy pronto varios ‘paras’.
“Está claro que no en todos los casos han cumplido los requerimientos de justicia y paz: no siempre han respondido con verdad, han escondido bienes y no los han entregado, y han lavado dinero; La Corte Constitucional clarificó que tenía que haber un compromiso claro con la verdad para sus beneficiarios. Hay que exigirle a la justicia colombiana que antes de liberarlos evalúe claramente si hubo contribución al tema de la verdad y reparación. Si no lo cumplen es absolutamente irresponsable e inclusive ilegal dejarlos libres”.
Al menos 70 temidos líderes desmovilizados del paramilitarismo podrían pedir su libertad a finales de este año.
Más pronto que tarde saldrá Edwar Cobos Téllez, alias ‘Diego Vecino’. En 2010 fue condenado a 8 años de cárcel por haber sido coautor de la masacre de 12 personas en Bolívar, y además tiene acusaciones por narcotráfico, secuestro, desplazamiento y parapolítica, sin que estén aún resueltas. ‘Diego Vecino’, quien se reconoce como gestor de paz y vocero de los desmovilizados paramilitares, está recluido en la Picota.
Además está cerca la libertad para alias ‘El Iguano, Jorge Iván Laverde, exjefe del Bloque Catatumbo y considerado uno de los peores criminales de guerra de dicha organización. Sobre él pesan investigaciones por las más de 5 mil víctimas que dejó su estructura en Norte de Santander. La macabra práctica por la que se dio a conocer fue la creación de los hornos para cremar los cadáveres de sus víctimas, al estilo nazi.
Otro de los peores criminales próximos a salir libres es Luis Eduardo Cifuentes, ‘El Águila’, quien en el pasado comandó el Bloque Cundinamarca de las AUC, dejando a su paso unas 564 víctimas. Ante Justicia y Paz sólo confesó 15 homicidios y una desaparición forzada.
Es inminente la libertad para más de 50 exjefes del paramilitarismo, que como mandos medios fueron responsables de causar algunos de los peores crímenes de las últimas décadas, entre ellos Ramón Isaza alias ‘El Viejo’, alias ‘Juancho Dique’, Édgar Ignacio Fierro alias ‘Don Antonio’, Juan Francisco Prada Márquez ‘Juancho Prada’ y Arnubio Triana Mahecha, alias ‘Botalón’.
Las alertas se prendieron recientemente en El Guaviare por la eventual libertad que conseguirían José Baldomero Linares alias ‘Guillermo Torres’ y Manuel de Jesús Pirabán alias ‘Jorge Pirata’.
Muchos temen que, en caso de no haber un programa efectivo de reinserción a la vida civil, algunos de esos exparamilitares puedan reactivar las estructuras criminales, o como estima Fernando Hernández, “puedan cometer retaliaciones en regiones donde aún quedan víctimas”.
El ejemplo de la guerrilla
Uno de los casos emblemáticos de exlíderes guerrilleros que estarían esperando su pronta libertad a pesar de sus grandes crímenes es el de Elda Neyis Mosquera, alias ‘Karina’.
Lea también: Yo iba pa’l infierno: alias ‘Karina’ confiesa cómo se la tragó la guerrilla
‘Karina’ tiene casi un siglo en condenas acumuladas, pero por haberse desmovilizado, fue postulada por el gobierno –entonces de Álvaro Uribe- para pagar sus deudas bajo la Ley de Justicia y Paz.
Alias 'Karina' ha pedido su libertad argumentando ser gestora de paz y estar colaborando con la justicia.
Además de estar propensa a recibir una sentencia definitiva de hasta 8 años –que estaría a punto de cumplir-, el Estado la benefició con una reclusión en la Brigada XVII del Ejército Nacional, donde no pasa las incomodidades del presidio ordinario.
A sus espaldas se estima que hay más de mil víctimas. Uno de los investigadores de la Unidad de Víctimas de Medellín (Antioquia), Óscar Morales, estimó que Karina podría salir en 2014 o 2015 si se acogía su caso ante la justicia transicional paramilitar.
En entrevista con Kienyke.com, la otrora cabecilla guerrillera y azote del Urabá aseguró que se había reconciliado con sus víctimas, aunque negó haber sido responsable de los varios crímenes que se le acusan.
Jhon Jairo Velásquez, alias 'Popeye', salió libre el 26 de agosto. Fue trasladado de Boyacá a Bogotá y no se sabe su paradero.
El punto es saber cómo se reintegrarán a la sociedad, si logran salir aptos para comenzar de cero y cómo los recibirá la gente. “Personas como Garavito, si obtuvieron un buen tratamiento de rehabilitación, podrían salir sin problemas si el Estado les garantiza protección social en libertad: si les dan hogar, apoyo educativo, cultural y productivo”, estimó el psiquiatra.
KienyKe.com investigó la situación judicial de los aterradores criminales que llevan un buen tiempo tras las rejas y que más pronto que tarde empezarán a reclamar su libertad. Muchos de ellos la podrían obtener este mismo año.
Los ‘Monstruos’
El temor de toda sociedad es ver en libertad a peligrosos criminales que ocuparon los titulares de prensa por ser autores de violaciones seriales, desapariciones, torturas y asesinatos de menores de edad. En Colombia la duda está latente.
El más sonado de los casos -que genera sospechas e incertidumbre ante su eventual libertad- es el de Luis Alfredo Garavito. Le conocen como ‘La Bestía, ‘El Loco’ o ‘El Monje’. Está acusado de la muerte, violación y desaparición de más de 200 niños en Colombia y Ecuador, aunque la justicia lo procesó por 172 casos comprobados.
Garavito tiene 56 años de edad y lleva en prisión desde 1999. Por sus crímenes recibió una condena objetiva de 1.853 años de prisión; no obstante de manera efectiva sólo se le pudo sentenciar a 40 años de cárcel, siendo esta la máxima pena que se permite en Colombia.
De esos 40 años, recibió un benefició de 16 años por colaboración de la justicia, así que desde 1999 paga 24 años efectivos de reclusión.
Hoy, Garavito lleva 15 años en prisión. Penalistas sugieren que la defensa de ‘La Bestía’ ya tendría elementos para solicitar su libertad condicional, argumentando el cumplimiento de al menos tres quintas partes de la pena y solicitando que se descuenten los casi 8 años de beneficios y rebajas que habría conseguido por buen comportamiento, estudio y trabajo dentro del presidio.
Hace tres años, la entonces senadora Gilma Jiménez lanzó una alerta que generó revuelo. Predijo que en 2014 o 2015 el más temido violador y asesino de menores en el mundo podría pedir su libertad.
Ante la tormenta despertada por la política, las autoridades aseguraron que impedirían la salida de prisión del criminal. Pero aparecieron las contradicciones.
El Inpec, en su momento, dijo que Garavito no saldría antes de 2020 de la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, pero no mencionaron las rebajas que podría hacer efectivas por la acumulación (en ese entonces) de más de 8 mil horas por estudio. La dirección penitenciaria tampoco mencionó sobre la posibilidad de exigir beneficios por haber cumplido el 60% de la condena.
En cuentas superficiales, Garavito ya habría asegurado mínimo seis años de ahorro de su condena, de acuerdo a penalistas consultados por KienyKe.com.
Por su parte, el Consejo Superior de la Judicatura llamó a la calma asegurando que Garavito, en caso de pretender conseguir su libertad condicional, tendría que salir a responder por otros procesos y casos que no ha reconocido, lo que podría llevarlo a permanecer más tiempo tras las rejas.
Otros abogados estiman que la posibilidad más factible, para evitar ver a Garavito en las calles, es atender al requerimiento de Ecuador para que responda ante la justicia de ese país por crímenes similares a los cometidos en Colombia.
Sobre Garavito y Bermúdez se ha dicho que existen posibles maniobras para evitar su libertad.
En un caso muy parecido al de Garavito, el proceso de Manuel Octavio Bermúdez -conocido como el Monstruo de los Cañaduzales- tiene a varios defensores de los derechos de menores con sus ojos encima.
Bermúdez fue condenado a 56 años de prisión al ser hallado culpable de la violación y asesinato de 21 niños, aunque solo se encontraran 17 de los cuerpos. La condena fue en 2004, aunque el sujeto llevaba en prisión desde mediados de 2003. Por su colaboración para esclarecer los crímenes, su pena fue reducida a 26 años y 8 meses.
Aunque lleve once años en prisión, Bermúdez podría también ser beneficiario de las rebajas por trabajo y estudio, y probablemente antes de 2020 puede solicitar la libertad condicional.
Para que no quede dudas de que es posible la libertad de alguno de estos sujetos, es válido recordar el caso de uno de los más terribles criminales que ha tenido Colombia. Pedro Alonso López fue considerado el peor asesino y violador de niñas del siglo XX en América.
Es tolimense, de una familia disfuncional, sin presencia de padre y con una madre dedicada a la prostitución. Su actividad criminal se afianzó en los 70 hasta que fue descubierto abusando sexualmente de una menor de 12 años. Pedro confesó sus crímenes y dijo ser responsable de al menos 300 asesinatos en Ecuador, Colombia y Perú. Desde entonces se le conoció como ‘El monstruo de los Andes’.
En 1980 fue condenado a 30 años de prisión en Ecuador donde terminó pagando 16, gracias a las rebajas de pena de ese país. Fue luego trasladado al pabellón de psiquiatría de la Cárcel Modelo de Bogotá, pues diagnósticos médicos lo identificaban como enfermo. Sin embargo obtuvo libertad condicional en 1999.
Tras ser liberado se estableció que continuó con su actividad criminal hasta que las autoridades de Bogotá, Quito y Lima exigieron su captura internacional. En la actualidad su nombre no aparece en las páginas de delincuentes que busca la Interpol. Tampoco se sabe si aún vive.
‘Los narcos vieja guardia’
De la época dorada del narcotráfico, que azotó sin piedad a Colombia especialmente a finales de los 80 e inicios de los 90, hay varios personajes que -pese a ser protagonistas de varios crímenes- están libres.
No solo sucedió con John Jairo Velásquez Vásquez, alias 'Popeye', sino con otro de los cofundadores del Cartel de Medellín: Jorge Luís Ochoa Vásquez.
El narcotraficante colombiano, que fue del clan de más nivel del grupo criminal dirigido por Pablo Escobar, se había entregado en enero de 1991 bajo el amparo de un programa de sometimiento a la justicia impulsado por el entonces presidente César Gaviria. Por dicho beneficio pagó 5 años y 5 meses de prisión y desde 1996 está en libertad. Se sabe que se dedicó a la ganadería.
Algo parecido acontece con los hermanos Fernando y Arcángel Henao Montoya. Fueron miembros del cartel del Norte del Valle y se les atribuye responsabilidad en el crimen del conservador Álvaro Gómez Hurtado, entre otros delitos.
Fernando fue capturado por Estados Unidos y condenado por narcotráfico a 19 años en 2001. Se sabe que su defensa ha conseguido estudios de rebajas de pena y se ha rumorado sobre su eventual liberación. Arcángel, por su parte, enfrenta una condena mucho mayor en una prisión federal, y no se cree que salga libre antes de 2030.
Arcángel y Fernando Henao podrían regresar antes de 2016 a Colombia. Vícto Patiño fue uno de los narcos que, tras su liberación, se cree que continuó delinquiendo.
En 2012 el diario El Tiempo informó que Estados Unidos otorgó una libertad condicional a Fernando; posteriormente, estudiaría una para Arcángel, y les daría un permiso para residir en el estado de Florida. El arreglo se estaba negociando luego de que accedieran a testificar contra nuevos ‘capos’ como ‘Rasguño’, y entregar información detallada de narcorrutas que hasta hace poco seguían en funcionamiento para traficar hacia Estados Unidos.
El acuerdo se concretó a finales de 2013 y hay una condición para que la condena se termine de pagar hasta antes de 2017, para que entonces puedan regresar a Colombia, si no es que un acuerdo anticipa su retorno.
‘Los narco-paras’
El paramilitarismo en Colombia también se dejó permear por el narcotráfico, y para lograr su cometido recurría a prácticas criminales para conseguir el dominio del mercado ilegal. Varios de los capos del narcotráfico paramilitar están en Estados Unidos cumpliendo penas de más de 30 años de prisión desde hace menos de de diez años. Algunos ya consiguieron libertad y estarían próximos a regresar a Colombia, si así lo deciden.
Juan Carlos ‘EL Tuso’ Sierra es uno de los casos más recientes. Fue extraditado en mayo de 2008 y condenado a diez años de prisión; no obstante su defensa consiguió beneficiarlo con un permiso de las autoridades estadounidenses para salir de la cárcel y quedarse en el país, argumentando que si era deportado a Colombia su vida correría peligro y ya no podría contar más información sobre el negocio de tráfico de estupefacientes y los involucrados que aún no han quedado develados.
‘El Tuso’, desmovilizado del Bloque Héroes de Granada de las AUC, realmente pagó solo cinco años de prisión y consiguió libertad hace un año. Se sabe que tiene mucha más información sobre la parapolítica y casos de lavado de activos que involucrarían a altos mandos de las Fuerzas Armadas. El permiso con el que cuenta en Estados Unidos le permite trabajar.
El 'Tuso' Sierra está libre en Estados Unidos. Espera acordar beneficios para regresar a Colombia.
También está en veremos la situación de Diego Ruiz Arroyave, primo del asesinado capo Miguel Arroyave, quien había cumplido una pena por narcotráfico en Estados Unidos, pero que resultó siendo deportado a Colombia en mayo de 2013.
Arroyave, como desmovilizado del bloque paramilitar Héroes de los Llanos, ha sido cobijado con la jurisdicción de Justicia transicional, y desde su regreso al país ha permanecido privado de su libertad mientras responde por acusaciones de asesinato. Su vinculación a Justicia y Paz viene desde mucho antes de 2010 y no está resuelta; de solucionarse antes de 2018 quedaría libre. Este año tenía que haber rendido varias indagatorias, pero en su mayoría han sido canceladas.
Los otros jefes ‘paras’
A finales de este año se cumplirán las penas máximas alternativas a las que se acogieron más de 70 lugartenientes paramilitares que se sometieron, tras su desmovilización, a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz.
A pesar de las atrocidades cometidas, la norma de justicia transicional les permitió cumplir máximo 8 años de prisión a cambio de entregar la verdad absoluta sobre sus crímenes, devolver bienes obtenidos con la ilegalidad, pedir perdón a sus víctimas y garantizar las condiciones necesarias para la reparación.
Muchos de estos sujetos, que están próximos a quedar en libertad, no han cumplido con las condiciones ni de verdad, ni perdón y mucho menos reparación.
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En diálogo con KienyKe.com Fernando Hernández, director de la Corporación Nuevo Arcoíris, dijo que resultará ilegal y escandalosa la libertad que recibirán muy pronto varios ‘paras’.
“Está claro que no en todos los casos han cumplido los requerimientos de justicia y paz: no siempre han respondido con verdad, han escondido bienes y no los han entregado, y han lavado dinero; La Corte Constitucional clarificó que tenía que haber un compromiso claro con la verdad para sus beneficiarios. Hay que exigirle a la justicia colombiana que antes de liberarlos evalúe claramente si hubo contribución al tema de la verdad y reparación. Si no lo cumplen es absolutamente irresponsable e inclusive ilegal dejarlos libres”.
Al menos 70 temidos líderes desmovilizados del paramilitarismo podrían pedir su libertad a finales de este año.
Más pronto que tarde saldrá Edwar Cobos Téllez, alias ‘Diego Vecino’. En 2010 fue condenado a 8 años de cárcel por haber sido coautor de la masacre de 12 personas en Bolívar, y además tiene acusaciones por narcotráfico, secuestro, desplazamiento y parapolítica, sin que estén aún resueltas. ‘Diego Vecino’, quien se reconoce como gestor de paz y vocero de los desmovilizados paramilitares, está recluido en la Picota.
Además está cerca la libertad para alias ‘El Iguano, Jorge Iván Laverde, exjefe del Bloque Catatumbo y considerado uno de los peores criminales de guerra de dicha organización. Sobre él pesan investigaciones por las más de 5 mil víctimas que dejó su estructura en Norte de Santander. La macabra práctica por la que se dio a conocer fue la creación de los hornos para cremar los cadáveres de sus víctimas, al estilo nazi.
Otro de los peores criminales próximos a salir libres es Luis Eduardo Cifuentes, ‘El Águila’, quien en el pasado comandó el Bloque Cundinamarca de las AUC, dejando a su paso unas 564 víctimas. Ante Justicia y Paz sólo confesó 15 homicidios y una desaparición forzada.
Es inminente la libertad para más de 50 exjefes del paramilitarismo, que como mandos medios fueron responsables de causar algunos de los peores crímenes de las últimas décadas, entre ellos Ramón Isaza alias ‘El Viejo’, alias ‘Juancho Dique’, Édgar Ignacio Fierro alias ‘Don Antonio’, Juan Francisco Prada Márquez ‘Juancho Prada’ y Arnubio Triana Mahecha, alias ‘Botalón’.
Las alertas se prendieron recientemente en El Guaviare por la eventual libertad que conseguirían José Baldomero Linares alias ‘Guillermo Torres’ y Manuel de Jesús Pirabán alias ‘Jorge Pirata’.
Muchos temen que, en caso de no haber un programa efectivo de reinserción a la vida civil, algunos de esos exparamilitares puedan reactivar las estructuras criminales, o como estima Fernando Hernández, “puedan cometer retaliaciones en regiones donde aún quedan víctimas”.
El ejemplo de la guerrilla
Uno de los casos emblemáticos de exlíderes guerrilleros que estarían esperando su pronta libertad a pesar de sus grandes crímenes es el de Elda Neyis Mosquera, alias ‘Karina’.
Lea también: Yo iba pa’l infierno: alias ‘Karina’ confiesa cómo se la tragó la guerrilla
‘Karina’ tiene casi un siglo en condenas acumuladas, pero por haberse desmovilizado, fue postulada por el gobierno –entonces de Álvaro Uribe- para pagar sus deudas bajo la Ley de Justicia y Paz.
Alias 'Karina' ha pedido su libertad argumentando ser gestora de paz y estar colaborando con la justicia.
Además de estar propensa a recibir una sentencia definitiva de hasta 8 años –que estaría a punto de cumplir-, el Estado la benefició con una reclusión en la Brigada XVII del Ejército Nacional, donde no pasa las incomodidades del presidio ordinario.
A sus espaldas se estima que hay más de mil víctimas. Uno de los investigadores de la Unidad de Víctimas de Medellín (Antioquia), Óscar Morales, estimó que Karina podría salir en 2014 o 2015 si se acogía su caso ante la justicia transicional paramilitar.
En entrevista con Kienyke.com, la otrora cabecilla guerrillera y azote del Urabá aseguró que se había reconciliado con sus víctimas, aunque negó haber sido responsable de los varios crímenes que se le acusan.
