Fueron los tíos los que se enteraron de la muerte de una menor de 13 años en España, luego de que desapareciera cuando sus padres fueron a buscarla en casa de los abuelos. La niña sufría de autismo leve, y se perdió en el trayecto entre la casa de sus parientes y la puerta del edificio donde estaba, ubicado en Barcelona.
Los padres al ver que su hija no estaba donde siempre la recogían, acudieron a las autoridades para interponer la denuncia. Sin embargo, mientras eso pasaba, otros familiares comenzaron la desesperada búsqueda de la menor en los apartamentos del edificio, porque no se explicaban la situación.
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En una primer pesquisa, los familiares notaron una actitud rara en un hombre que vivía en el primer piso de la edificación, por lo que decidieron volver allí y llamar a la menor. Fue tal el desespero del hombre que los tíos decidieron ingresar a la vivienda y encontraron muerta, debajo de un colchón, a la que era su sobrina.
La menor cuando fue encontrada presentaba aparentes rasgos de violencia con arma blanca. La Policía tuvo que intervenir para que los tíos de la menor no agredieran al posible victimario, mientras que el sospechoso de cometer el crimen solo gritaba: “¡Yo no he sido!”.
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Aún se desconoce si la niña fue agredida sexualmente porque no se ha realizado la autopsia. Sobre el detenido, transcendió que se trata de un hombre de 42 años que llevaba semanas viviendo en el edificio donde al parecer cometió el homicidio. En su historial pesa un antecendente, luego de haber tenido problemas de violencia con su exesposa.
La víctima estuvo desaparecida durante tres horas, y el informe preliminar de las autoridades es que la niña fue asesinada en la primera hora de su desaparición, por la temperatura que tenía su cuerpo cuando fue hallada.
