Se llamaba Nusrat Jahan Rafi, tenía tan solo 19 años, y su único error fue denunciar que había sido víctima de acoso sexual. Vivía en Bangladesh, un país asiático en el que las mujeres todavía no pueden ejercer sus derechos a plenitud. Su muerte fue lenta y dolorosa y su caso tiene consternada a su familia y a la comunidad, quien entre protestas y manifestaciones, claman por verdadera justicia.
Muchas mujeres de ese país prefieren callar ese tipo de abusos; el miedo las arropa y el silencio es, para ellas, su mejor opción, con tal de no ser discriminadas o criticadas por la sociedad. Nusrat prefirió el camino de la valentía, alzó su voz y denunció que había sido víctima de acoso sexual por parte del director de su escuela.
El inicio de un infierno
Según medios de comunicación, el pasado 27 de marzo el hombre llamó a Nusrat a su oficina y le realizó tocamientos indebidos. Ella decidió apartarse y salir del lugar para que la situación no fuera más grave; pero desde ese día comenzó su pesadilla.
No lo dudó dos veces y presentó la denuncia a la Policía, pero la reacción de las autoridades no fue la esperada. En vez de ofrecerle seguridad, el agente la grabó con su teléfono celular mientras ella contaba la desgarradora experiencia que había vivido. El policía dijo que la denuncia "no era gran cosa" y la obligó a mostrar su rostro ante la cámara.
El director de la escuela fue detenido y un grupo de personas, en la mayoría hombres, se manifestaron en su favor: pedían su inmediata libertad y culpaban a la joven mujer de haber hecho acusaciones falsas en su contra.
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De acuerdo a una entrevista que le hizo la BBC al hermano de Nusrat, el pasado 6 de abril ella se dirigió a la escuela para hacer unos exámenes escolares, sin saber que ese día comenzaría su verdadero sufrimiento.
Al llegar, la joven fue interceptada por una estudiante que la llevó hacia el tejado, con la excusa de que había una pelea en la cual estaba involucrado uno de sus amigos, pero nada de eso era cierto.
Ya en el tejado, la joven fue rodeada por varias personas con burkas que, presuntamente, la obligaron a retirar la denuncia en contra del director y al negarse, la rociaron con queroseno y le prendieron fuego, dejándola gravemente herida. Al parecer, los agresores querían que todo pareciera un suicidio.
Contó todo antes de morir
Mal herida y tirada en el suelo, Nusrat fue auxiliada y llevada a un centro asistencial. Tenía graves quemaduras en el 80% de su cuerpo y aún así alcanzó a dar sus últimas declaraciones. Manifestó que los atacantes eran estudiantes del colegio y que "combatiría ese crimen hasta el último momento". Cinco días después, falleció.
Según ese medio de comunicación, ya han sido detenidas 15 personas; entre ellas dos de los que organizaron la manifestación en favor del director, quien en estos momentos permanece bajo custodia. Por otro lado, el agente de la policía que la grabó con el celular fue retirado del cargo. Ahora solo se espera que se haga justicia.