Rodrigo Gómez casi nunca prestaba su moto, ni siquiera a sus hijos. No le gustaba hacerlo porque es el vehículo que usa para desplazarse a los lugares de trabajo. Se dedica a la construcción.
El pasado 16 de enero, día del cumpleaños de Rodrigo, Jordan Alexis, su hijo, de 18 años, le pidió prestada la motocicleta. Gómez le dijo a Jordan que no, la excusa que le dio fue que en el parqueadero donde la guardaban ya casi iban a cerrar. Jordan insistió. Le prometió que no se demoraría, que se iba a dar un roce, como dicen en Cali, y que volvería muy rápido.
Hoy Rodrigo lamenta el momento en el que accedió a las peticiones de su hijo. De haberse negado el joven tal vez estaría vivo.
Lo único que este humilde padre de familia sabe hoy en día es que a su hijo lo mató un policía. Según él, la institución no le ha dado ninguna versión oficial sobre lo ocurrido. Jordan murió seis minutos después de haber salido de su casa por un disparo que le propinaron en la espalda.
Según Rodrigo los policías del sector montaron un ‘teatro’ frente a la muerte de Jordan. “A mi hijo lo están acusando infamemente de haber participado en el robo de una moto”. Según el padre del muchacho asesinado es imposible que su hijo hubiera cometido un delito como ese en menos de cinco minutos y a menos de una cuadra de la casa.
Rodrigo le contó a KienyKe.com que Jordan prendió la moto y se marchó; que no pasaron más de seis minutos cuando algunos gritos provenientes de la calle coreaban el nombre de su hijo, quien trabajaba con él como albañil.
“Salí corriendo y vi a mi hijo tirado en el suelo, bañado en sangre y con un disparo en la espalda. Me desesperé, empecé a pedir auxilio. Con la ayuda de vecinos lo cargamos a un jeep y nos lo llevamos para el hospital”, narró Rodrigo.
“Yo solo le cogí la mano, lo besaba y le pedía que fuera fuerte… que no se dejara vencer.” Cuando el hombre llegó con su hijo en brazos al hospital, los médicos que lo recibieron, después de observar al herido, miraron al hombre y le dijeron que ya no había nada que hacer. Jordan había muerto.
Rodrigo intentó pedir explicaciones al comando de la policía de Cali pero según él, no le dicen nada. Hoy ni siquiera sabe cómo se llama el hombre que disparó contra el muchacho, de quien dice su padre, era un "pelao" que no hacía daño a la sociedad, “como lo quieren hacer ver los policías.”
Foto de archivo de Siloé, donde ocurrieron los hechos.
Según familiares de la víctima, los vecinos del barrio Siloé, donde ocurrieron los hechos, el policía, luego de disparar contra el joven guardó su arma de dotación, con la que disparó, subió a una moto y se marchó del lugar.
“Si mi hijo hubiera sido un ladrón, como lo dicen ellos, se quedan ahí para dar a conocer el caso. No huyen como si nada hubiera pasado”, declaró Rodrigo, quien dijo que el disparo que mató a su hijo pasó muy cerca de una mujer que iba con un niño en brazos.
Lo único que hoy quiere este triste padre, quien no paró de llorar mientras contaba su caso, es que le den respuestas, que no lo sigan engañando, que haya justicia y que dejen el nombre de su hijo en alto.
Padre exige verdad en la muerte de su hijo. ¿Lo mató un policía?
Sáb, 24/01/2015 - 10:15
Rodrigo Gómez casi nunca prestaba su moto, ni siquiera a sus hijos. No le gustaba hacerlo porque es el vehículo que usa para desplazarse a los lugares de trabajo. Se dedica a la construcción.
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