
El pasado martes, el activista y opositor ruso, Alexéi Navalni fue condenado a prisión por violar los términos de libertad condicional de una sentencia por fraude en 2014. Ante la noticia las calles de Moscú y San Petersburgo se llenaron de personas protestando en contra del veredicto.
Según un portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, la reacción de la policía a las protestas es sensata ante la amenaza de acciones no autorizadas durante la manifestación. “Ayer hubo llamamientos a una acción no autorizada – explicó el portavoz –. La policía reaccionó de manera decidida”.
A pesar de la versión policial y la del Kremlin, algunos creen que la violencia fue excesiva. Según un comunicado de la Unión de Periodistas de Rusia, “más de 100 reporteros resultaron heridos o fueron detenidos durante las protestas”. Ante esta preocupación, Perkov respondió que las acciones duras de la policía están dentro de la ley. “Aquellas acciones que susciten dudas, deben ser investigadas”, explicó.
Con respecto a las personas que participaron en la manifestación, “más de 506 ciudadanos rusos se encuentran en uno de los centros moscovitas de detención provisional para inmigrantes”, informó Marina Litvinóvich, miembro de la Comisión Pública de Vigilancia para la protección de los derechos humanos en los lugares de detención (ONK).
El juicio político de Navalni
Alexéi Navalni fue detenido el 17 de enero en el aeropuerto de Sheremétievo de Moscú. El opositor había ingresado a Alemania desde finales de agosto, tras sufrir un supuesto envenenamiento con un agente nervioso en Tomsk, Rusia. El político considera que el juicio en su contra “está políticamente motivado”, especialmente por las declaraciones que dio sobre la supuesta corrupción en el Gobierno de Vladimir Putin.
La detención del político fue promovida por el Servicio Penitenciario Federal ruso (FSIN). En 2014, Navalni fue juzgado por el delito de lavado de dinero. El opositor debía presentarse ante las autoridades dos veces al mes hasta el 29 de diciembre de 2020, pero no lo hizo por el antecedente del envenenamiento.
Desde el 29 de diciembre de 2020 el FSIN declaró la búsqueda. Ahora con su detención se le dio una sentencia de dos años y ocho meses en una colonia penal, es decir, una cárcel donde los presos deben trabajar.
Incluso con la sentencia, el opositor motiva a que las marchas no se detengan. Incluso afirmó que “el propio Putin está detrás de mi detención después de no lograr envenenarme”.
Panorama internacional
La Unión Europea y Estados Unidos condenaron la sentencia de cárcel dictada para el opositor ruso. Según el diario El País, Josep Borrell, alto representante para política Exterior de la UE, afirmó que, “la condena de Navalni va contra los compromisos internacionales de Rusia”.
Alemania, por su parte, no descarta nuevas sanciones de la UE contra Rusia y exigen la liberación de Navalni en nombre de la libertad de expresión y de reunión en el país.
Con información de Sputnik.