Una vacuna contra la COVID-19 podría estar lista para finales de 2020, indicó el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien abogó por la inversión en la lucha contra la pandemia.
“Necesitaremos vacunas y hay esperanzas de que para finales de este año podamos tener una vacuna. Entonces, invertir en vacunas mientras implementamos las herramientas que tenemos a mano será importante y nos dará mejores resultados”, enfatizó Tedros en el último día de una reunión de la junta ejecutiva de 34 miembros de la Organización en Ginebra, Suiza.
Covax, la coalición creada por la OMS para favorecer el acceso global a las vacunas, tiene nueve vacunas experimentales que cubren 168 países, ya que busca distribuir 2.000 millones de dosis a quienes más las necesitan a finales de 2021.
“Lo más importante ahora es invertir o utilizar todas las herramientas disponibles. Y muchos países han demostrado que con las herramientas que tenemos, pudieron reprimir y controlar la pandemia”, aseveró Tedros y señaló que es por eso que la OMS lanzó ACT Accelerator, una iniciativa global para acelerar el desarrollo, la producción y el acceso equitativo a las pruebas diagnósticas, los tratamientos y las vacunas de la COVID-19.
El jefe de la OMS destacó que la herramienta más importante es el compromiso político de los líderes mundiales, especialmente en la distribución equitativa de las vacunas.
En horas de la mañana de este martes, el panel independiente sobre COVID-19 anunciado por Tedros, después de la presión de países como Estados Unidos, presentó su primera actualización.
Ante ello y después de copresidir el discurso, el subsecretario de Salud de EEUU, Brett Giroir, dijo a través de un video que el país agradecía la disposición de los copresidentes, la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, y la expresidenta liberia, Ellen Johnson Sirleaf, para dirigir el panel.
Las copresidentas dijeron en un documento que el panel independiente revisará la experiencia adquirida y las lecciones aprendidas de la respuesta sanitaria internacional coordinada de la OMS ante la COVID-19.
Estos incluyen la efectividad de los mecanismos y el funcionamiento del Reglamento Sanitario Internacional, entre otros temas.