Luego de un recorrido por varias rancherías en la Guajira, la Defensoría del Pueblo alertó por las precarias condiciones en las que viven indígenas Wayuú. Y de manera especial, la desprotección de los niños de esta comunidad ancestral.
Algunos líderes de la sociedad civil asentada en los territorios ancestrales manifestaron a la Defensoría su preocupación por la ausencia del Estado y por la falta de acceso a temas elementales como la alimentación, el agua y los servicios de salud.
El hecho no es de poca monta. Durante lo corrido del año 43 menores de edad han fallecido por factores asociados a la desnutrición en el departamento de La Guajira, cifra muy superior a las 23 muertes registradas el año pasado por las mismas causas.
De acuerdo con las comunidades, hay otros fallecimientos no reportados debido a que por las distancias y las condiciones de abandono se ven precisados a enterrarlos en sus propios territorios. Por ejemplo, la educación se realiza a la intemperie, sobre un tronco y con un pequeño tablero que es ubicado sobre la arena, pues ni siquiera hay donde colgarlo.
El defensor del pueblo, Jorge Armando Otálora, también pudo evidenciar que al menos 33 familias indígenas tienen como única fuente de agua un poso artesanal de gran profundidad, que generalmente permanece vacío debido a que se trata de fuentes naturales que por la sequía en dichas zonas no logra alimentarse con suficiencia.
En el siguiente link, encontrarán imágenes de apoyo respecto al recorrido realizado por el Defensor del Pueblo, las cuales incluyen fulles espontáneamente comunidad que ilustran claramente la situación que acabamos de describir, así como algunos apoyos de las rancherías y su entorno. Así mismo, en los archivos adjuntos algunas fotografías de la visita.
