Los cerca de 800 habitantes que tiene el municipio de Molagavita, a 130 kilómetros de Bucaramanga, en Santander, solo disfrutaron por 27 días de un kiosko ubicado en su parque principal y que costó la nada despreciable cifra de 160 millones de pesos. El 2 de enero se desplomó sin aparente causa y por eso los residentes reclaman una explicación.
Un denunciante anónimo fue quien hizo pública la situación. Indignado, pidió que se investigue no solo el incidente sino el valor de la obra que fue apenas inaugurada el 7 de diciembre.
"Toda la comunidad de Molagavita está consternada. No entendemos cómo una estructura que costó tanto dinero colapsó unos días después", explicó el residente.
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El ciudadano también reclamó porque el antiguo kiosko, que fue demolido para darle paso a la nueva estructura, duró 20 años en su lugar sin ninguna novedad y su reemplazo cedió aparentemente por sobrepeso en el techo.
Ante la molestia ciudadana, el alcalde de Molagavita, William León, expresó a Vanguardia.com que está al frente de la situación y que la empresa Construyendo Mundo SAS, que llevó a cabo el proyecto, reparará los daños con la póliza que cubre este tipo de situaciones.
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El funcionario también aclaró que aún no se conocen las causas exactas sobre lo que desencadenó la caída del kiosko, pero manifestó que se llevará a cabo una reunión con el Departamento de Planeación para que los expertos de la dependencia hagan un estudio que permita establecer qué pudo pasar.
Trascendió, además, que aunque el valor inicial de esta obra era de 120 millones de pesos, el contrato tuvo una adición presupuestal de 40 millones de pesos.
Por el momento, la comunidad agradece que ninguna persona haya resultado lesionada por el desplome de la recién inaugurada obra, ya que en el lugar en frecuente que se reúnan los habitantes para jugar naipés o conversar.
Caída de kiosko de $160 millones indigna en Santander
Mié, 03/01/2018 - 12:45
Los cerca de 800 habitantes que tiene el municipio de Molagavita, a 130 kilómetros de Bucaramanga, en Santander, solo disfrutaron por 27 días de un kiosko ubicado en su parque principal y que costó