Tres funcionarios de la Alcaldía de Cartagena viajarán a París, Francia, para reunirse con miembros de la UNESCO y definir el protocolo de respuesta frente a la amenaza del edificio Aquarela. Hace una semana, ese ente internacional sugirió la demolición de la construcción.
Los funcionarios con competencias en patrimonio y planeación urbana fueron seleccionados por la alcaldesa encargada Yolanda Wong, quien aseguró que espera encontrar una salida en conjunto para reducir el riesgo que el edificio Aquarela representa para la declaración de patrimonio de la ciudad.
La comisión está encabezada por el Secretario de Planeación, la Directora del Ider y el Jefe de Patrimonio quienes serán los encargados de estudiar el caso. Ellos presentarán las posibilidades que establecen las normas nacionales para intervenir el edificio y expondrán la situación actual de la construcción que se encuentra detenida.
“Hemos acompañado el proceso policivo, que hace parte de todo el engranaje judicial frente al tema Aquarela", afirmó la mandataria local. Entre las acciones judiciales que ha establecido esa alcaldía se encuentra una acción de nulidad y una popular, las autoridades esperan la determinación judicial de estos mecanismos para iniciar sus decisiones frente al caso.
[single-related post_id="896391"]
El procurador general, Fernando Carrillo Florez, celebró el pronunciamiento de la UNESCO sobre la demolición del edificio. "No descansaré hasta verlo en el piso", aseguró el jefe del ministerio público. Sin embargo, la decisión está entre el Gobierno Nacional y la Alcaldía local, quienes deben contemplar una serie de indemnizaciones de las personas que adquirieron predios del edificio.
El informe presentado por la UNESCO solicitó que el edificio sea demolido porque afecta la declaración de Valor Excepcional de Cartagena como Patrimonio Mundial. De no tomarse determinaciones que terminen con la amenaza al patrimonio, la ciudad entraría en la lista de peligro de la entidad.
Desde hace 33 años, el Castillo San Felipe de Barajas hace parte de la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad y debe tener una protección especial, por lo tanto no se podría realizar ninguna construcción a su alrededor que imposibilite la vista a cierta distancia, lo que sucede con el proyecto acuarela.
El Ministerio de Cultura también apoyó la demolición del edificio por considerar que afecta un bien cultural que es derecho de la humanidad. Asimismo, instó a las autoridades distritales a que tome la determinación ya que se demoró en detener la obra y negar las licencias de construcción.
