San Carlos es un municipio del Oriente Antioqueño que, como lo dijo el alto comisionado de paz, Sergio Jaramillo, en el XV Encuentro Regional para la Paz (ERP) que se llevó a cabo en el municipio, es un ejemplo claro de que la construcción de paz no empieza con la firma de los acuerdos que se están debatiendo en La Habana.
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En el evento, que se realiza con el apoyo de Ruta Pacífica de las Mujeres, la Red Nacional de Programas Regionales de Desarrollo y Paz (Redprodepaz), la Red de Iniciativas y Comunidades de paz desde la Base y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) y que congregó a casi 150 personas de las diferentes veredas del pueblo y de otros municipios vecinos, San Carlos dio una muestra clara de que la verdadera paz se hace desde los territorios, así lo explicó su alcaldesa, María Patricia Giraldo, una mujer que con su ejercicio público ha sido ficha clave en la reconstrucción del municipio.
Durante el ERP, que se desarrolló los días 5 y 6 de agosto de 2015 y que hace parte de una serie de recorridos para retroalimentar información sobre los diálogos de paz y sobre la construcción de paz territorial, los antioqueños del oriente del departamento pudieron conocer cómo ellos, como víctimas directas del conflicto armado, podrán ser parte fundamental de las decisiones que se tomen en la mesa de La Habana.
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Los campesinos utilizaron el encuentro para plantear sus dudas, críticas y propuestas frente al tema de paz. Los asistentes, divididos en mesas temáticas, y desde su experiencia vivida, plantearon problemáticas y soluciones desde sus territorios.
Los habitantes de esta parte del país le exigieron al gobierno visibilizar más a las víctimas de este conflicto que lleva más de 50 años. Así mismo pidieron respuestas efectivas en el tema de justicia transicional.
Los antioqueños, que son conscientes de que al firmarse la paz cientos de guerrilleros oriundos de esta región pretenderán volver a su tierra, solicitaron un buen tratamiento a la posible futura desmovilización de estos actores armados, un trabajo de la mano con la población civil para curar, con acompañamientos profesionales, las heridas que en ellos ha dejado la sangrienta guerra.
También aprovecharon la presencia del alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, para plantearle inquietudes frente al conflicto, cómo ¿qué va a pasar con los desaparecidos de la guerrilla?, de los que ellos como víctimas no han tenido pronunciamiento alguno.
La comunidad, aunque entiende que de la mano con la paz viene el progreso y la ejecución de programas y proyectos para arrancar una nueva etapa de desarrollo vinculante, pide que la realización de los megaproyectos esté acompañada de acciones claras y reales que protejan, primero que todo, el medio ambiente: aguas y tierras; y que la productividad de esto sea no solo para los grandes emporios industriales sino para la sociedad, principalmente para los territorios víctimas de la violencia.
Como muestra de aceptación hacia el proceso de paz, los asistentes al ERP dijeron que el desescalamiento del lenguaje sobre el conflicto debe iniciar desde las comunidades, ya que es desde ahí donde inicia el verdadero posconflito, al que ellos, los ciudadanos del oriente antioqueño, quieren llamar posacuerdos, como término a los pactos que se adelanten con los gobiernos Nacional, departamental y locales y con las entidades y organizaciones para la puesta en marcha de la paz territorial.
Jaramillo escuchó las peticiones del oriente antioqueño, e indicó que lo recogido en San Carlos será llevado a la mesa de La Habana, como guía de cómo se debe adelantar un proceso de paz desde el territorio y como experiencia de cómo un pueblo logró renacer de las cenizas en las que la guerra de los paramilitares y la guerrilla lo tuvieron, para hoy ser ejemplo de paz.
Al final de la jornada y representado por su alcaldesa, San Carlos, sin "tragar entero" y con más dudas y peticiones que conformismo, le dio un importante espaldarazo a los diálogos de paz; así mismo se ofreció como ejemplo para dar a conocer a los colombianos cómo, a través de programas locales lograron vivir en paz tras el fin del conflicto en su territorio.
El XV Encuentro Regional para la Paz de San Carlos se selló con la firma de un documento al que llamaron “pacto para trabajar por la construcción de la paz y la reconciliación en el territorio”, firmados por el alto comisionado de Paz, la alcaldía de San Carlos y las más importantes organizaciones que trabajan en la construcción de paz territorial del Oriente Antioqueño, en el que plasmaron el abrazo a los diálogos y algunos compromisos para ejecutar planes, programas y proyectos que puestos en marcha, con apoyo de las entidades oficiales, sigan creando mecanismos para lograr la verdadera paz territorial.
Los habitantes de esta parte del país le exigieron al gobierno visibilizar más a las víctimas de este conflicto que lleva más de 50 años. Así mismo pidieron respuestas efectivas en el tema de justicia transicional.
Los antioqueños, que son conscientes de que al firmarse la paz cientos de guerrilleros oriundos de esta región pretenderán volver a su tierra, solicitaron un buen tratamiento a la posible futura desmovilización de estos actores armados, un trabajo de la mano con la población civil para curar, con acompañamientos profesionales, las heridas que en ellos ha dejado la sangrienta guerra.
También aprovecharon la presencia del alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, para plantearle inquietudes frente al conflicto, cómo ¿qué va a pasar con los desaparecidos de la guerrilla?, de los que ellos como víctimas no han tenido pronunciamiento alguno.
La comunidad, aunque entiende que de la mano con la paz viene el progreso y la ejecución de programas y proyectos para arrancar una nueva etapa de desarrollo vinculante, pide que la realización de los megaproyectos esté acompañada de acciones claras y reales que protejan, primero que todo, el medio ambiente: aguas y tierras; y que la productividad de esto sea no solo para los grandes emporios industriales sino para la sociedad, principalmente para los territorios víctimas de la violencia.
Como muestra de aceptación hacia el proceso de paz, los asistentes al ERP dijeron que el desescalamiento del lenguaje sobre el conflicto debe iniciar desde las comunidades, ya que es desde ahí donde inicia el verdadero posconflito, al que ellos, los ciudadanos del oriente antioqueño, quieren llamar posacuerdos, como término a los pactos que se adelanten con los gobiernos Nacional, departamental y locales y con las entidades y organizaciones para la puesta en marcha de la paz territorial.
Jaramillo escuchó las peticiones del oriente antioqueño, e indicó que lo recogido en San Carlos será llevado a la mesa de La Habana, como guía de cómo se debe adelantar un proceso de paz desde el territorio y como experiencia de cómo un pueblo logró renacer de las cenizas en las que la guerra de los paramilitares y la guerrilla lo tuvieron, para hoy ser ejemplo de paz.
Al final de la jornada y representado por su alcaldesa, San Carlos, sin "tragar entero" y con más dudas y peticiones que conformismo, le dio un importante espaldarazo a los diálogos de paz; así mismo se ofreció como ejemplo para dar a conocer a los colombianos cómo, a través de programas locales lograron vivir en paz tras el fin del conflicto en su territorio.
El XV Encuentro Regional para la Paz de San Carlos se selló con la firma de un documento al que llamaron “pacto para trabajar por la construcción de la paz y la reconciliación en el territorio”, firmados por el alto comisionado de Paz, la alcaldía de San Carlos y las más importantes organizaciones que trabajan en la construcción de paz territorial del Oriente Antioqueño, en el que plasmaron el abrazo a los diálogos y algunos compromisos para ejecutar planes, programas y proyectos que puestos en marcha, con apoyo de las entidades oficiales, sigan creando mecanismos para lograr la verdadera paz territorial.
