El ELN aseguró haber derribado el pasado lunes un helicóptero militar en una zona rural del municipio de Teorama, en Norte de Santander, donde las autoridades habían dicho que el aparato no cayó, sino que aterrizó en un campo minado.
El comandante en jefe del frente de guerra nororiental del grupo armado, alias "Manuel Pérez Martínez", desmintió la versión oficial en un escueto comunicado publicado en Twitter, donde aseguró que el Black Hawk cayó por la acción de sus hombres.
"Derribamos el helicóptero Halcón Negro (Black Hawk), de matrícula EJC-185; el que en medio de un despliegue de tropas gubernamentales estaba apoyando labores de reparación del oleoducto Caño Limón-Coveñas", sostiene en el texto.
El ELN, con fuerte presencia en este departamento, aseguró además que tras el ataque constató que murieron "ocho militares, un cabo primero y siete soldados profesionales" y que seis uniformados resultaron heridos.
La cifra contradice el número de muertos que reportó el Ministerio de Defensa tras el suceso, cuando afirmó que fueron cuatro los uniformados que perdieron la vida.
Según las primeras informaciones que el ministerio divulgó en un comunicado, los militares murieron cuando al aterrizar el helicóptero se detonaron los explosivos, que habrían sido colocados y activados por guerrilleros de las Farc.
Al parecer, el helicóptero se dirigía a la zona de Filo Guamo, donde técnicos de Ecopetrol trabajan en la reparación de un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas, dañado la semana anterior en un ataque guerrillero. Con información de la agencia de noticias EFE.
