El exsenador del partido de la U, Musa Besaile, uno de los investigados por los casos de corrupción conocidos como El cartel de la Toga y Odebrecht, fue sorprendido por agentes del CTI de la Fiscalía, que llegaron a 11 de sus propiedades para realizar un proceso de extinción de dominio.
Todos estos predios están avaluados en más de 35.000 millones de pesos, y, al parecer, según las investigaciones, serían producto de los sobornos recibidos en los distintos casos de corrupción en los que está envuelto el político cordobés, principalmente las coimas otorgadas por la multinacional brasilera Odebrecht.
Las medidas otorgadas para tomar posesión de las propiedades fueron emitidas mientras el acusado explica de dónde surgieron los dineros para comprar esos predios, que estarían ubicados en el municipio natal de Musa Besaile, Sahagún, departamento de Córdoba; Caimito, Sucre, y Bogotá.
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En el caso de corrupción del Cartel de la Toga, Musa Besaile ha sido mencionado como uno de los congresistas que pagó, más de 2.000 millones, para desviar una decisión al interior de la Corte Suprema de Justicia, en medio de sus investigaciones por parapolítica.
También fue mencionado por la Procuraduría en el desfalco a los recursos de salud del departamento de Córdoba, en el caso conocido como El cartel de la hemofilia. Para la Procuraduría, “es claro que dineros públicos que hacían parte del presupuesto del departamento de Córdoba, provenientes de los contratos de hemofilia, fueron utilizados en actos de corrupción en los cuales participó el entonces gobernador de Córdoba, José Alejandro Lyons Muskus junto con Besaile Fayad”. en este caso también está implicado su hermano Edwin Besaile, entonces gobernador del departamento.
Pero su legado corrupto no se queda ahí, Musa Besaile también aparece como uno de los beneficiarios de las coimas de Odebrecht para la adjudicación de la Ruta del Sol II y la adición Ocaña Gamarra. Según las investigaciones, Musa Besaile hizo parte del grupo conocido como Los Bulldozer, que serían los parlamentarios que buscaban influir en las decisiones de gobierno para zanjar el camino de la contratación hacia la multinacional brasilera.
