Durante la audiencia de imputación de cargos, la fiscal del caso aseguró que Claudia Jaramillo, esposa de Alessandro Corridori, pese a que la mayoría de los movimientos fraudulentos se hicieron desde las empresas de Corridori, Jaramillo fue quien ejecutó las acciones y lideró el proceso que posteriormente terminó con la quiebra de la entonces más grande y “sólida” comisionista del país.
Aún la Fiscalía no ha acusado formalmente a Jaramillo, pero no sería nada raro que enfrente los mismos cargos que imputaron a los exdirectivos de la extinta comisionista.
En la audiencia el ente acusador de igual forma imputó a Rodrigo Jaramillo los delitos de concierto para delinquir, manipulación de especies de valores en concurso y homogéneo en calidad de coautor y utilización indebida de recursos de clientes, así como el delito de actos de administración desleal.
Según la fiscal Alexandra Ladino “todas las acciones se hicieron para favorecer los intereses de Alessandro Corridori a través de una empresa criminal”, recalcó.
Igualmente, la funcionaria judicial aseveró que “se encontró que la cuestionada comisionista para lograr liquidez utilizó indebidamente los recursos de los clientes”.
En 2010 el precio de la acción de Fabricato osciló entre 24 a 31 pesos. En 2011 el papel tuvo una cotización por encima del 200% a la registrada el año anterior, mientras que el Igbc (el índice general de la bolsa) tuvo un promedio negativo, por lo que la fiscal argumentó que resulta irregular que la acción de Fabricato hubiera tenido tal comportamiento bursátil.
Finalmente, Ladino concluyó que “se creó toda una estructura criminal cuyas acciones a la postre son ilícitos y lo único que hicieron fue adquirir las acciones de Fabricato para manipular su precio”.
