En diálogo con el diario británico, The Guardian, alias "Marco León Calarcá", señaló que el gobierno está jugando con fuego al dar de baja a los líderes de la guerrilla que están en Colombia mientras en Cuba se adelanta el diálogo con las Farc.
"Están jugando con fuego cuando intentan eliminar a nuestros líderes con bombardeos. Eso nos podría hacer dejar la mesa, porque estaría claro que ellos no tienen voluntad política de alcanzar un acuerdo. No es tan sencillo como que dejemos nuestras armas y entremos en política, porque ellos nos están matando", aseguró "Calarcá", uno de los negociadores de las FARC en La Habana.
Sin embargo, el vocero del grupo guerrillero advirtió que "no vamos a ser los que rompen las conversaciones".
"Quieren la paz de forma gratuita, pero eso no va a suceder", dijo Calarcá. Agregó que "Una pantomima de la paz no se ocupará de las raíces del conflicto".
Pese a los más recientes hechos de violencia, Calarca señaló que "estamos (las Farc) comprometidos con la paz y hemos demostrado que a través de muchos gestos, incluyendo tres altos el fuego unilaterales. No estamos en busca de la revolución en la mesa de negociaciones, pero la paz con justicia social. Somos una respuesta al conflicto, no su causa. "
Entre tanto, según la encuesta de Polimétrica de la firma Cifras y Conceptos divulgada hoy y realizada entre el 4 y el 9 de junio, cuando el proceso de paz atravesaba uno de sus peores momentos tras el fin del alto el fuego unilateral de las FARC y los bombardeos de la Fuerza Aérea contra la guerrilla, reveló que el 34 % de los colombianos cree que las Farc deben ser derrotadas militarmente en los campos de batalla, mientras que el 33 % considera que debe buscar una salida negociada al conflicto, lo que muestra una división social cuando se cumplen 31 meses desde que iniciaron los diálogos de paz.
Tal vez por ello, el 27 % de los colombianos se decantaron por la opción "promover la desmovilización" de los miembros de la guerrilla, una fórmula equidistante que, presumiblemente, implica algún tipo de negociación, si bien también es posible con un incremento de la ofensiva contra la guerrilla.
El número de personas que apoyan abiertamente una salida negociada al conflicto aumentó cinco puntos porcentuales desde abril, cuando el apoyo a unos salida negociada al conflicto que azota Colombia desde hace más de medios siglo tocó su mínimo desde octubre de 2014.
Por otra parte, el número de colombianos que prefieren derrotar militarmente a las FARC creció once puntos porcentuales con respecto al pasado mes de abril hasta alcanzar el más alto respaldo que esta opción ha tenido desde octubre de 2014.
Preguntados por qué temas aceptarían para obtener la paz en las negociaciones, el 72 % de los colombianos dijo que aceptaría que el costo fuese que las FARC dejasen las armas.
El 50 % aceptarían un referendo popular para la ratificación de los acuerdos y el 41 % la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, una posibilidad a favor de la que se han posicionado diferentes autoridades del país como el fiscal general, Eduardo Montealegre.
Por otra parte, solo el 28 % aceptaría la participación electoral de los miembros del secretariado, el 23 % la inclusión de guerrilleros desmovilizados dentro de la fuerza pública y el 19 % asignar curules en el congreso sin elección popular a los líderes con condenas.
La encuesta Polimétrica fue realizada entre el 4 y el 9 de junio de 2015 con entrevistas cara a cara a 2.703 personas en diferentes ciudades del país.
