Entre el 1 y el 19 de diciembre, 116 niños y adolescentes han resultado quemados con pólvora en Colombia. Una cifra que supera a la de adultos, según el Instituto Nacional de Salud, y que genera alarma entre las autoridades, porque la manipulación de este material ya causó la primera víctima fatal. Una pequeña de 4 años que se intoxicó con totes en Magdalena.
Por esta razón, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar - ICBF - insiste en que tendrá mano dura con los padres de familia de los niños quemados o intoxicados, porque estos son actos de negligencia que atentan contra los derechos de los más vulnerables.
En el país, a la fecha, el ICBF ha realizado la verificación de derechos en 73 de lo 116 casos de niños quemados, y decidió abrir 50 procesos de restablecimiento de derechos. Además, ha impuesto 39 amonestaciones y 44 casos están en las comisarías de familia.