Hoy se cumplen cinco años de arduo trabajo a favor del desarrollo de la cultura y el turismo en Bolívar. Icultur, un crisol donde se conjuga todo el talento bolivarense y trabajo de un equipo de profesionales que han liderado distintos procesos, festivales en su mayoría, que obedecen a métodos tradicionales en los municipios del corregimiento de Bolívar.
La mujer detrás de estos logros es Carmen Lucy Espinoza Días, directora general del Instituto de Cultura y Turismo de Bolívar, que destaca su labor con una mezcla de emociones en las que sobresale el amor por lo que hace.
Para Espinoza, entre todos los festivales hay uno muy especial que nace con la necesidad de dinamizar la economía de un pueblo: el Festival de Jazz de Mompox.
"Todos los festivales de Bolívar hacen alusión a expresiones tradicionales y auténticas de cada uno de los territorios que conforman al departamento", explica la directora.
Esta riqueza cultural tan variada que suena por estas calurosas tierras se conjugan para brindar diversidad al departamento. "Es un arcoíris de artistas con todo el talento y tradición que buscan narrar por medio de sus cantos y composiciones.
¿Cuáles son las ideas de icultur en estos proyectos?
Para Lucy, la idea principal es trabajar con un equipo profesional de manera permanente en la preproducción, producción y postproducción, además de apoyar todas las organizaciones culturales que se vienen fortaleciendo en el casco urbano y sus inmediaciones.
Asimismo, ve importante destacar el trabajo realizado con el Festival de Cine de Caragena debido a que gracias a este evento el arte llega a todos los rincones para hacer feliz a la gente y mostrar lo desarrollado como una herramienta de cultura.
Ayudando al desarrollo
Icultur ha emprendido un liderazgo importante y ahora son el "ente rector de la cultura en el departamento".
"Hemos realizado un aporte a nivel nacional y somos innovadores al ser el primer instituto de cultura del país que usa los recursos de las regalías para beneficiar a nivel de cultural a las comunidades, en lugar de usarlo a nivel de infraestructura".
Esto se ha convertido en un apunte valioso en materia de política pública gracias a que por primera vez, los recursos usados en obras públicas, se invierten en cultura a favor de artistas y generaciones que buscan fortalecer procesos de formación en todas sus expresiones.
Espinoza describe los cinco años cumplidos como una travesía de satisfacciones al atender a las comunidades que fortalecen la red de festivales, bibliotecas y como una oportunidad de unir en un tejido cultural al departamento que hoy por hoy es reconocido más allá de las murallas de Cartagenera.
"El aporte es inmenso al igual que el reto, para seguir trabajando el departamento que ha demostrado ser epicentro de la economía naranja en Colombia, dignificando el arte y cultura con lo que la gente empieza a vivir dignamente de lo que hace", concluyó la directora.
