Arrancó la nueva temporada de la Premier League y al menos para Manchester United, parece una continuación de la última temporada. El equipo de Old Trafford se presentó en su estadio con la presencia de Louis Van Gaal en el banquillo, en reemplazo de David Moyes, ante un renovado Swansea que también tenía la obligación de levantar el nivel del año anterior.
Ida y vuelta, como siempre nos ofrece el campeonato inglés. Pero conforme pasaron los minutos, al United se le cerraron los caminos y los ‘Cisnes’ los encontraron. Fue el coreano Ki Sung Yueng el encargado de infundir terror cuando en una jugada por derecha apareció en la media luna y de zurda la acomodó al palo más lejano del arquero De Gea que se estiró pero no la alcanzó.
Swansea se sintió cómodo con la ventaja y se replegó. Por vergüenza y con la inteligencia de Van Gaal, los ‘Red Devils’ presionaron y al inicio del segundo tiempo consiguieron la igualdad gracias a su nuevo capitán, Wayne Rooney. El delantero aprovechó un tiro de esquina, apareció por el segundo palo e inventó una chilena cerca de la línea de gol para igualar a uno.
Pareció que los locales arrasarían desde ahí en adelante pero no fue así. La defensa de Manchester no pudo contener la habilidad del ecuatoriano Jefferson Montero, que desbordó por izquierda, levantó el balón que no pudo conectar Ki, pero si el islandés Sigurdsson que en su debut le dio la victoria al conjunto de Gales en el imponente Old Trafford.
Manchester quiso llegar al segundo gol pero no tuvo una opción clara de ahí en adelante y se marchó con la cabeza gacha, porque empezó como terminó la temporada anterior: decepcionando.
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