Mientras el presidente Juan Manuel Santos afirmaba “nosotros ya llegamos al límite, no podemos ofrecer más, no tenemos los recursos", refiriéndose al paro de maestros y su "toma de Bogotá" ocurrida hoy, ya se unían a la protesta desde empleados de la Rama Judicial hasta el gremio de los arroceros.
La situación se complica para el Gobierno nacional. Inicialmente se realizó la marcha de cerca de 60 mil maestros, procedentes de diferentes regiones del país, caminando por diferentes puntos de la capital hasta la Plaza de Bolívar, donde acampan esta noche, exigiendo más recursos para la educación y mejores salarios.
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También se inició hoy el paro de la Rama Judicial, que se extenderá por 48 horas. El cese de actividades impidió la atención en juzgados o que el público pudiera asistir a audiencias programadas. El gremio pretende buscar un incremento salarial, que se reglamente el sistema de promociones y estímulos, el sistema de calificación de jueces y empleados, entre otros.
Según los mismos funcionarios judiciales, se encuentran con exceso de trabajo, horas extras que no les paga el Estado, exceso de expedientes que lleva a procesos pendientes por juzgado, además de sobre carga laboral.
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Por su parte los productores de arroz de regiones como el Huila, Tolima, Región Caribe, o Casanare, agremiados en el Movimiento Dignidad Arrocera, demandan ante el Ministerio de Agricultura, se revisen los precios de algunos tipos de arroz; el pago por parte del Ministerio de los recursos pendientes del incentivo al almacenamiento correspondientes a los tres primeros meses de 2017; revisión y modificación a las normas de calidad, entre otros puntos.
El panorama no es positivo, y la respuesta que el mandatario le dio a los del Magisterio, puede repetirse para los otros gremios en paro ante la crisis que se presenta. Si bien los maestros acapararon los titulares, se avecinan nuevas demostraciones de inconformidad que no solo pueden causar complicaciones similares de pérdidas o bloqueos de vías, también volverse constantes.
