Después del sonado caso de maltrato físico por parte del atleta Ray Rice a su pareja en un ascensor, nuevamente sale a la luz otro brote de violencia familiar que salpica a la NFL.
Adrian Peterson, corredor estrella de los Vikings de Minnesota ha vuelto a recibir una acusación por maltrato infantil. Hace un tiempo Peterson fue acusado por un presunto maltrato a su hijo menor. El jugador fue detenido en Texas e inhabilitado para jugar con su equipo durante la última jornada de liga.
Cuando su equipo le daba la noticia de que podría volver a los terrenos de juego, saltaba a la luz otro nuevo escándalo por maltrato infantil. Esta vez, Peterson había sido acusado de otro incidente que involucra a otro hijo suyo, un menor de cuatro años.
El Canal 11 de televisión KHOY-TV de Houston citaba, según sus propias fuentes, mensajes de texto en los que supuestamente aparecían imágenes del menor con una herida en la cabeza y cubierta de vendas. La misma fuente informaba que fue la propia madre del menor, una diferente a la de su otro hijo, la que denunció los hechos, aunque no se levantaron cargos criminales contra el corredor.
Peterson pidió disculpas a través de un comunicado por "el dolor que le he ocasionado a mi hijo" y confirmó que testificará en la corte porque no tuvo intención de lesionar a su hijo.
El próximo 8 de octubre el jugador de los Viking testificará en una audiencia en Texas y de ser considerado culpable, podría recibir una sentencia de hasta dos años en prisión y una multa de 10.000 dólares.
Por su parte, la NFL anunció que revisaría el caso de Peterson bajo "la política de conducta personal de la NFL".
