El Refugio Humanitario por la Vida que albergó en la capital más de 2.000 líderes y lideresas sociales del país, demostró el valor de acciones conjuntas para solicitar mediante argumentos fehacientes la protección gubernamental y ciudadana ante la ola de violencia en Colombia.
Diferentes organizaciones como Redepaz, la ACONC, la ONIC, la Cumbre Agraria Étnica y Popular, el Proceso de Comunidades Negras (PCN), entre otras juntas de acción comunal de diferentes regiones del país, desarrollaron múltiples actividades en Bogotá desde el 28 de abril hasta el 2 de mayo.
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La iniciativa, que buscó mediante plantones, audiencias, conversaciones y actos culturales de sensibilización y visibilización a la crisis que viven algunos departamentos, nació tras el preocupante escenario que según la Defensoría del Pueblo, registra del 1 de enero del 2016 al 31 de enero del 2019, el asesinato de 462 líderes y, en los últimos doces meses, unas 982 amenazas a los mismos.
La entidad también reveló que en lo trascurrido del año el flagelo se aceleró en un 47% al estimarse unas 25 víctimas mortales por los diferentes actores armados.
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Carpas ubicadas en la Plaza Santamaría en Bogotá- Refugio Humanitario por la vida[/caption]
Conmemoración religiosa de las diferentes organizaciones municipales[/caption]
En algo que confluyen los líderes sociales entrevistados es en el olvido que han recibido por parte del Estado y los reiterativos tratados que han establecido para menguar sus protestas, como la Minga Indígena que duró más de 28 días y provocó el cierre de vías principales como La Panamericana en el Cauca.
Olimpo concluye que su visita a Bogotá "no fue a llorar, ni a recordar que nos están matando y que pobrecitos nosotros, fue la demostración de alegría y la mejor forma de proclamar que el miedo no nos invade y que seguiremos defendiendo el territorio pase lo que pase".
Carpas ubicadas en la Plaza Santamaría en Bogotá- Refugio Humanitario por la vida[/caption]
La resistencia de los líderes
KienyKe.com habló con algunos de los líderes sociales que se encontraban en la Plaza Santamaría, lugar donde se estableció el Refugio Humanitario por la Vida, sobre las problemáticas en sus territorios y el propósito del encuentro. Según Olimpo Cárdenas Delgado, delegado de Derechos Humanos del Congreso de los Pueblos y comisión política del Refugio, "la acogida fue positiva tras un riesgo alto, pues se trataba de visitar a la megalópolis desde las regiones de mayor conflictividad social y con las mayores prácticas sociales genocidas, como llamamos nosotros las acciones que no solo constan del asesinato, sino de la desaparición, persecución, criminalización, judicialización a los líderes y sentencias penales por protestar".Conozca parte del panorama de los líderes
Haga clic en los puntos para desplegar el testimonio de un líder de esta región. Luis Emil Sanabria Durán, presidente nacional de Redepaz, uno de los organizadores del refugio, señaló que varias organizaciones no pudieron salir de sus regiones por el riesgo que implicaba abandonar sus territorios. Así mismo, señaló que en las cifras de la Fundación, "han sido asesinados más de 50 líderes este años y desde la firma del Acuerdo de Paz van más de 600", agregó que no se trata solo de asesinatos, que es la más preocupante, sino que también se presenta estigmatización, señalamientos, incumplimiento de los acuerdos. "Es una tarea larga pero no nos vamos a dejar acorralar de quienes no quieren dejar progresar la paz y la reconciliación. Cabe mencionar que en el Refugio Humanitario estuvo el Director de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, Ricardo Arias, quien señaló el compromiso del gobierno y escuchó atento los reclamos de los líderes sociales, previamente presentado en la Audiencia Pública sobre los mecanismos de garantías de seguridad. [caption id="attachment_1091031" align="alignnone" width="1024"] Conmemoración religiosa de las diferentes organizaciones municipales[/caption]
En algo que confluyen los líderes sociales entrevistados es en el olvido que han recibido por parte del Estado y los reiterativos tratados que han establecido para menguar sus protestas, como la Minga Indígena que duró más de 28 días y provocó el cierre de vías principales como La Panamericana en el Cauca.
Olimpo concluye que su visita a Bogotá "no fue a llorar, ni a recordar que nos están matando y que pobrecitos nosotros, fue la demostración de alegría y la mejor forma de proclamar que el miedo no nos invade y que seguiremos defendiendo el territorio pase lo que pase".
