El presidente Juan Manuel Santos llamó a consultas al embajador de Colombia en Caracas, Ricardo Lozano, y anticipó que pedirá una reunión extraordinaria de cancilleres de Unasur, en un nuevo escalamiento de la tensión en la frontera.
“Queremos contarle al mundo, comenzando por Unasur, lo que está sucediendo (en la frontera), porque eso es totalmente inaceptable”, aseguró el Jefe de Estado.
Santos añadió que rechaza el trato "indigno" que están recibiendo los colombianos en la frontera, y dijo que argumentarán ante la diplomacia internacional que ha habido una "violación a los derechos humanos" de los más de mil deportados desde Venezuela, desde hace una semana cuando Nicolás Maduro, presidente del vecino país, ordenó el cierre de la frontera entre Cúcuta y San Antonio del Táchira.
La canciller María Ángela Holguín también se refirió al anuncio de Santos, y con tono molesto, manifestó que "hay inconformismo" por la forma como siguen tratando a los colombianos deportados en la frontera.
También dijo que Venezuela ha incumplido acuerdos signados ayer en su reunión con su homóloga venezolana Delsy Rodríguez. Dijo que muchas citas acordadas no habían sido cumplidas y desmintió que la prensa esté manipulando la información que se produce en la frontera.
Hace ocho días el presidente venezolano, Nicolás Maduro, tomó la decisión de cerrar la frontera que comparte con Colombia tras el ataque de presuntos contrabandistas contra militares que dejó tres uniformados y un civil heridos.
Dos días después el gobernante venezolano ordenó el estado de excepción en seis localidades fronterizas y se inició la deportación de más de 1.100 colombianos residentes en ese país.
Otros 4.260 colombianos han salido desde entonces de ese país y han llegado a la ciudad fronteriza de Cúcuta ante el temor de ser expulsados por Caracas.
