El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas, Ernesto Samper, dijo hoy que ese organismo está dispuesto a hacer parte de una veeduría del alto el fuego en Colombia, siempre y cuando el Gobierno colombiano y las FARC estén de acuerdo en esa gestión.
En declaraciones al Canal Capital, la televisión pública de Bogotá, Samper señaló que "Unasur ha manifestado su permanente voluntad de acompañar, de facilitar, de servir de testigo, de garantizar esta etapa en la cual está comenzando a andar el proceso de paz".
Las FARC decretaron un alto el fuego unilateral e indefinido que está vigente desde el pasado 20 de diciembre y que "debe transformarse en armisticio" y advirtieron que "se daría por terminado" solamente en caso de que se constate que las "estructuras guerrilleras han sido objeto de ataques por parte de la fuerza pública".
Igualmente pidieron contar con la veeduría de la Unasur, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la ONG Frente Amplio por la Paz.
Sin embargo, el Gobierno colombiano rechaza la posibilidad de que haya veedores internacionales en el alto el fuego unilateral de las FARC.
Samper, que se reunió hoy en Bogotá con representantes del Frente Amplio por la Paz, señaló que "Unasur está dispuesta a colaborar en lo que resulte favorable, siempre y cuando haya una coincidencia en el Gobierno y las FARC sobre la utilidad de la colaboración".
El movimiento Frente Amplio por la Paz fue creado a mediados del año pasado por partidos y personalidades de la izquierda para apoyar las negociaciones del Gobierno y las guerrillas.
El secretario de Unasur, que fue presidente de Colombia entre 1994 y 1998, agregó que en la charla con ese movimiento se habló con sinceridad "sobre cuál puede ser el papel que ellos pueden cumplir como organización social y política para que este proceso de desescalamiento (reducción de la intensidad del conflicto armado) que se inicia llegue a buen puerto".
De otro lado, Samper señaló que el pronunciamiento hecho por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el sentido de que está dispuesto a dialogar con el Gobierno colombiano y a abandonar las armas como parte de una negociación de paz, es más "un mensaje de humo blanco que de otra cosa". EFE
