La vida de
Ángela Garzón Caicedo ha estado colmada de muchos logros personales y profesionales que la han hecho resaltar en todos los cargos que ha desempeñado. Pero, también han habido etapas que no han sido fáciles, en las cuales el apoyo de su familia siempre ha estado allí para que no desfallezca.
Ella es una eterna apasionada por la lectura que aunque no tiene mucho tiempo para dedicarle, es lo que más disfruta hacer en sus tiempos libres. Toma un libro y se sumerge entre las líneas como si nada más pasara, es un hábito que atesora.
Ángelita, como la llama su mamá Luz Marina, es la segunda de tres hermanas, fruto de la unión con su papá Angelino Garzón.
Kienyke.com, compartió con Ángela para conocerla más en su entorno personal y dejar claro que, aunque la política es una parte importante en su vida, su familia está por encima de todo.
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Foto: Gabriela Caballero - Kienyke.com.[/caption]
Niñez entre libros y juegos
Garzón nació el 28 de mayo de 1977, incluso desde antes de nacer ya prometía ser una mujer pujante y luchadora pues, se adelantó un mes a la fecha establecida para su nacimiento.
Su mamá recuerda con alegría y ternura cómo vivió ese momento, cuenta que fue a trabajar como lo hacía normalmente porque no había nada extraño. Los exámenes y visitas al médico le aseguraban que la fecha de nacimiento sería en junio.
“Ángelita nació un sábado. El viernes fui a mis clases, esperaba que fuera después. Angelino estaba en Medellín haciendo un curso sindical, yo estaba sola en la casa con Jenny (hermana de Ángela), fue un poco complicado. Logré que viniera una amiga, llegué al seguro del San Pedro Clavel, ahí nació”, dijo.
Luz Marina cuenta que como se adelantó mucho tiempo, para esos años existía la creencia de que los bebés que nacían ochomesinos “no se criaban y para mí como mamá era una carga mucho mayor. Recuerdo que para cambiarla y para todo, yo me metía debajo de las sábanas. No era capaz de cambiarla sin eso”.
Por su parte, Ángela rememora su infancia con mucha alegría y asegura que era muy tranquila porque desde niña le gustaba mucho leer.
“Siempre recuerdo a mi hermana a mi lado, cuidándome. Ella era súper inquieta. Yo era más tranquila, me gustaba sentarme a leer, también íbamos al zoológico que existía en ese tiempo en el Parque Nacional”.
Sus primeros años transcurrieron entre el colegio Nacional y la Universidad Nacional, pues su mamá era profesora allí, siempre las llevaba consigo cuando no tenía quien las cuidara.
“Aprendí a montar bicicleta ahí, caminar, ir al museo de ciencias naturales que tenía la Nacional. Recuerdo que mi papá me llevaba a veces a sus marchas y reuniones sindicales, que íbamos de vacaciones a Cali, con mi abuela materna y con mi abuela paterna, que nos llevaban a la plaza de mercado donde ella vendía las gallinas. También cuando nació mi hermanita, yo tenía 9 años y la cuidamos muchísimo”.
Filosofía, una pasión que atesora
Ángela inició sus estudios universitarios en la Universidad Nacional de Colombia en la carrera de Ciencias Políticas, pero luego se decidió por la Filosofía por su pasión a la lectura.
“Empecé a estudiar Ciencias Políticas en la Nacional, pero era una carrera que hasta ahora estaba naciendo y tal vez no estaba tan bien organizada como está en este momento. Entonces dije, lo mío sí es la filosofía. Siempre me gustó leer y escribir”.
De esos años recuerda con especial cariño a varios profesores, entre ellos a Guillermo Hoyos “que me enseñó a Immanuel Kant, ambos influyeron mucho en que decidiera pasarme a esta carrera”.
Feminicidio, una de las etapas más duras
El 2 de febrero del año 2000 una trágica noticia tocó a su puerta, su hermana mayor Jenny Garzón, una arquitecta de 27 años, había sido asesinada en su apartamento. Para ese entonces Ángela tenía 23 años y su hermanita 14, fue un duro golpe para ella y su familia.
Debido a esto, sus estudios se vieron interrumpidos un año, fue allí cuando decidió irse a vivir un tiempo en Nueva York y luego en Praga, República Checa.
“Han sido difíciles, pero siempre está presente en nosotros. Nos dejó demasiado amor, fue demasiado importante en nuestras vidas, fue una mujer que siempre sonreía, que siempre creía que uno podía transformar el mundo positivamente”, cuenta.
Siempre la recuerda cómo la mujer más importante de su vida, cuya desaparición aún hoy en día, 19 años después, no tiene responsable.
“Pese a que era muy joven en Bogotá hay un recuerdo de ella que es el Puente de Guadua de la 80, lleva en sus lados el nombre Jenny Garzón. Ella era arquitecta de la Universidad Nacional y trabajaba con el arquitecto Simón Vélez, su tesis fue sobre la resistencia de la guadua”, recuerda.
Para Ángela su hermana Jenny es un motor, un motivo de fuerzas y lucha por lograr grandes cambios en Colombia.
“Mi hermana decía: 'tú puedes hacer lo que quieras, no te rindas nunca', eso me decía siempre. La siento, es un motor en mi vida y sé que desde el cielo me está cuidando”.
De la enfermedad a la política
Para el año 2012 su papá cayó en un grave quebranto de salud, estaba en estado de coma. Su mamá, Luz Marina, había sido diagnosticada con cáncer. El mismo mal le fue encontrado a Monserrat Muñoz, la segunda esposa de Angelino y con la que Ángela ha tenido siempre muy buena relación.
“Yo decidí entrar a la política hasta ese año. Yo siempre hice trabajo social, desde que era estudiante. Estuve en el sector público pero no me imaginé nunca algo de elección popular, fue en ese año que lo decidí”, asegura.
Fue durante el periodo de recuperación de su papá cuando tomó la determinación. “Cuando mi papá estuvo en coma recibimos miles de cartas de muchas personas agradeciéndole todo lo que había hecho a lo largo de su vida por ellos, eso me hizo entender que había un legado muy bonito y que hacer la política de buena manera era ayudar a las personas y decidí que sí quería seguir ese legado de mi papá”.
Para su mamá fue una sorpresa que Ángela se decidiera por la política, porque asegura que siempre había sido muy tímida pero se siente orgullosa de todo lo que ha logrado.
“Para mí ha sido una sorpresa cuando la veo actuando, antes siempre está un poco nerviosa, pero cuando está en entrevistas toma un cambio y asume el papel, me recuerda mucho cuando uno va a entrar a clases que siempre va un poco temeroso pero, luego uno se entrega. Eso es lo que yo he visto en Ángela cuando la veo en un debate o hablando”.
Una extensa carrera profesional
Al finalizar sus estudios universitarios, realizó sus pasantías en la Dirección de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Cancillería. Luego trabajó en la Comisión Nacional de Televisión como asesora de contenidos y de desarrollo en la televisión pública. Además, comenzó estudios de especialización en negocios y relaciones internacionales de la Universidad de los Andes.
También trabajó como investigadora en proyectos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con comunidades vulnerables.
Asimismo, fue subdirectora de Proyección Internacional en la Dirección Distrital de Relaciones Internacionales de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Directora de relaciones públicas del Banco de Occidente, Secretaria Social y de Participación Ciudadana del Partido Liberal en 2013 y gerente de la campaña al Congreso de la República por el Partido Liberal para las elecciones del año 2014.
Finalmente y tras dejar las filas del liberalismo, en las elecciones para llegar al Concejo de Bogotá en el periodo 2016-2019, hizo parte de la lista cerrada por el Centro Democrático que obtuvo una votación de 271.828 votos.
“Ella sería una buena alcaldesa”: Luz Marina
Su madre siente una profunda admiración por ella. Su entereza, ganas de seguir adelante y su lucha constante por lograr cambiar a Bogotá. Luz asegura que Ángela es la mejor opción para la ciudad.
“Porque la conozco. Sé de su honestidad, su capacidad de trabajo, su inteligencia, su entrega a los otros, su generosidad. Por eso ella sería muy buena alcaldesa para Bogotá”, dijo su progenitora.
Ángela puntualizó que ella quiere trabajar por todos los habitantes de la ciudad, “conmigo van a tener una alcaldesa que escucha a la gente, que no imponga sus ideas sino que trabaje de la mano con los ciudadanos. Una mujer transparente y con sensibilidad social que sabe sacar los proyectos adelante, tener autoridad y un corazón grande para los más necesitados”.
Nuestro recorrido con la candidata finalizó en su hogar. Desde allí agradeció el afecto de su familia y de los bogotanos con sus proyectos para la ciudad.