El senador y precandidato presidencial, Gustavo Petro, encendió el debate en redes sociales por cuenta de una publicación que hizo en Twitter señalando a la clase media alta bogotana de tener una visión errada de la manera en la que se deben resolver los problemas en el país.
Petro se refirió a dicho sector de la población bogotana como los "yupis", un concepto que se empezó a utilizar en el siglo XX, en los años 80, para referirse a los individuos de entre 20 y 40 años que pertenecían a la clase media alta.
Afirmó que muchos de ellos creen que los problemas que aquejan al país se resuelven en las cafeterías de la 93, uno de los lugares más exclusivos de la ciudad. Mientras que él considera que ahora le toca al pueblo solucionar los problemas que dejó esa clase social.
"Hay quienes creen en la clase media alta bogotana que los problemas del país se solucionan en las cafeterías de la 93, y en sus cómodas sillones oficinas por sus ‘yupis’", trino Petro. Además, acompañó su controversial mensaje de un video en el que se le ve bailando junto a una mujer indígena sobre una tarima.
La publicación del líder opositor no pasó desapercibida. De hecho, generó un intenso debate entre quienes respaldan la idea de que la clase que ha dirigido el país está "desconectada" de las problemáticas del país y quienes consideran que no está bien generalizar y descalificar a la clase media alta que, si bien ha tenido más beneficios que otras, no tiene la culpa de todo lo que pasa.
Otros apelaron a que el propio senador pertenece a esa clase social, pues gana más de 30 millones de pesos mensuales y tiene una lujosa vivienda en Chía.
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Es de señalar que los contradictores de Petro han utilizado esos mensajes para cuestionar una supuesta "lucha de clases" que estaría promoviendo y advertir que a las clases más beneficiadas no les conviene que llegue al poder. Sin embargo, él mismo y algunos de su seguidores han afirmado que no se trata de una lucha de clases sociales sino de evidenciar la realidad del país.