Cuando a Santos se le ‘chispotea’

Vie, 30/08/2013 - 11:05
En varios sectores del país y de la opinión se comenta que la crisis por el paro agrario que afecta a las principales ciudades colombianas se hubiera podid

En varios sectores del país y de la opinión se comenta que la crisis por el paro agrario que afecta a las principales ciudades colombianas se hubiera podido detener antes de que llegara a estas dimensiones. Además de que las partes siempre fueron tajantes en sus posiciones, y solo pudieron sentarse a dialogar por primera vez cuando ya transcurrían ocho días de protestas, para nadie es un secreto que hubo un elemento que enarboló la ira de campesinos y trabajadores y motivó a que más sectores se unieran a la marcha: el desconocimiento y subestimación por parte del gobierno en los primeros días de la protesta agraria.

Y no es la primera vez que a Santos le pasa. Varias de sus salidas en falso han desatado críticas en su contra, y para calmar los ánimos ha debido retractarse o responder con que fue "malinterpretado”. Otras veces, al tratar de congraciarse con la opinión con ciertas actuaciones recibe una lluvia de rechazos y burlas, y lo que inicia como un cometido para mejorar su popularidad resulta convirtiéndose en un caricaturesco episodio. En la tarea de gobernar no se puede contentar a todo mundo, pero con prudencia se deben evitar las tormentas. A Santos se le ‘chispotea’ y las consecuencias son inmediatas.

“El tal paro nacional agrario no existe” El 19 de agosto en la noche, horas después de iniciadas las marchas del paro nacional agrario, Juan Manuel Santos aminoró la protesta. Dijo que no habían sido “de la magnitud que esperaba” y exaltó que la fuerza pública mantuvo bajo control el tráfico vial, desconociendo que al comienzo no se habían efectuado bloqueos. El paro continuó y Santos dio la impudente estocada el domingo 25. “El tal paro nacional agrario no existe", dijo el mandatario en su alocución durante la caminata por la solidaridad. Además agregó que eran “muy pocos” los agricultores en protesta y que sus reclamos estaban infiltrados por la extrema izquierda y derecha. “Decían que van a aislar a Bogotá; no hay tal, son 10 o 15 personas, la situación está bajo control”, manifestó. Desde entonces las protestas y bloqueos se multiplicaron e intensificaron. La situación en Boyacá, el departamento más afectado por la crisis,  lo obligó a viajar al día siguiente a Tunja para tratar de calmar los ánimos. Esa noche, cuando instaló al fin una mesa de negociación con campesinos, pidió disculpas por si sus declaraciones habían incomodado a los líderes de las protestas y confesó que dio un “papayazo” que agravó la situación. Ese mismo día regañó a su ministro de Agricultura, Francisco Estupiñán, y dijo que “no sabía que se les había incumplido a los campesinos” en recientes oportunidades. La mayoría de las marchas del jueves 29 de agosto se produjeron para mostrarle al gobernante que “el tal paro agrario sí existe”. Francisco Santos “tiene sida en el alma” A inicios de agosto el presidente Juan Manuel Santos subió el tono del debate pre-electoral en entrevista con la emisora La F.M. Al hacer un balance de su gestión y discutir sobre sus principales contradictores, dijo que su primo Francisco Santos, que es precandidato presidencial por el opositor Centro Democrático, se dejó contagiar por el odio y “tiene sida en el alma”. La declaración resultó bastante polémica, pues además de dejar ver que la cercana contienda electoral podría estar atravesada por campañas negativas y ofensivas, también molestó a la comunidad afectada por el VIH. Voceros de personas infectadas con el virus pidieron a Santos retractarse por considerar sus palabras como una forma violenta de discriminación. Su contendiente, ‘Pacho’ Santos, le dijo que como presidente debería “reflexionar sobre el manejo del lenguaje” y pidió respeto a su condición como opositor. Tras esta tormenta de críticas, un día después, Juan Manuel Santos escribió a través de Twitter: “Mi solidaridad con la comunidad afectada por el VIH. Mis declaraciones no tenían el ánimo de discriminar su condición. Tienen nuestro respeto”. Paro Nacional, Kienyke “El tal paro nacional agrario no existe", fue una frase de Santos que conmocionó las redes sociales. Internautas la citaban y mostraban fotos de bloqueos y protestas en varios lugares del país. La foto en paños íntimos Analistas y expertos de la imagen dijeron a KienyKe.com que no solo a Santos, sino a sus asesores, se les ‘chispoteó’ con la idea de poner al presidente a posar para una fotografía en una de las casas que entrega su gobierno a la población vulnerable en Valledupar. El mandatario pasó una noche de abril en una de las viviendas gratis, y para demostrar su experiencia, se ubicó en una de las habitaciones recién construidas, sentado sobre un mueble verde, en ropa interior y leyendo un periódico. La imagen se difundió en redes sociales con críticas y montajes que rechazaban la estética del producto. Algunos de los especialistas en comunicación visual calificaron la imagen de “demagogia visual” o “llevado al extremo para popularizarlo sin necesidad”. Otra imagen cuestionada y objeto de burla fue capturada en medio de un operativo de desmantelamiento del ‘Bronx’, epicentro del microtráfico de drogas en Bogotá. Santos se inclinó para oler varias pacas de marihuana con una sonrisa en su cara. La foto se difundió en redes sociales y se hicieron numerosos chistes. El periodo de Gobierno de seis años El 19 de abril el presidente Santos acompañó el Congreso Nacional de Municipios en Cartagena y dijo respaldar la propuesta de que los periodos de gobierno de los mandatarios locales se extendieran a seis años. Sugirió también la posibilidad de una reelección en su caso, pero solo para ejercer otros dos años de gobierno y alinearse con los otros líderes locales. Así mismo, que a partir de él la presidencia se detentara por un sexenio sin posibilidad de reelección. Pues al Jefe de Estado se le ‘chispotió’ decir que estaba interesado en esta iniciativa y levantó una polvareda de críticas de quienes le reprochaban tratar de cambiar las reglas de juego político en beneficio propio. Pero a algunos congresistas también se les ‘chispotió’ y comenzaron a plantear las eventuales reformas constitucionales para cumplir la idea de Santos. Para atajar el debate que le sobrevenía, el mandatario envió una carta al entonces presidente del Senado, Roy Barreras, en la que aseguró considerar “inconveniente” cualquier trámite al respecto y aseguró que “jamás me prestaría a sugerir una reforma constitucional en beneficio propio”. Por visita de Capriles “tiene que haber un malentendido” El manejo de la crisis diplomática desatada entre Colombia y Venezuela luego de que el presidente Santos recibió en el Palacio de Nariño al líder opositor Henrique Capriles fue otra de las tormentas en las que se critica el manejo del mandatario. Se sabía que era una ‘papa caliente’ la audiencia a Capriles y que esto podría desatar una tensión con Maduro, que no le convendría a Santos, en especial para no arriesgar el proceso de paz apoyado por Caracas. Otra opción era recibir a Capriles y asumir con templanza las consecuencias, por ejemplo criticando al presidente del vecino país, Nicolás Maduro, por tratar de decidir sobre a quién atiende Santos. Sin embrago el hecho se le salió de control y por casi un mes hubo hielo entre los dos países. Al final Santos atinó a decir: “Tiene que haber un malentendido”. ¿En qué se le ‘chispoteó’ al presidente: al  recibir a Capriles o al terminar dando explicaciones a los vecinos? Santos y Capriles, Kienyke El mismo día de la reunión de Capriles con Santos, estalló una tormenta diplomática.  El fallido ingreso de Colombia a la Otan A Juan Manuel Santos se le ‘chispotió’ el anunciar que Colombia podría tratar de ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la alianza militar más fuerte de Occidente. El primero de junio Santos anticipó que ese mes se suscribiría un acuerdo de cooperación con la “expectativa de ingresar próximamente a dicho organismo”. "La Otan va a suscribir un acuerdo con el Ministerio de Defensa para iniciar todo un proceso de acercamiento, de cooperación, con miras también a ingresar a esa organización", aseguró el mandatario en Bogotá. Pues resulta que hay estrictas consideraciones para ingresar a la alianza, y sobre todo una geográfica: el país debería estar localizado sobre el Atlántico pero en el norte del trópico de Cáncer. El anuncio de Santos también generó molestia entre los países de la región, especialmente del Alba, que consideraron “peligroso” que la organización responsable de numerosas guerras tuviera influencia en el cono suramericano. Finalmente el Gobierno Nacional reconoció que era imposible hacer parte de la OTAN, calmó a los vecinos, y optó por firmar un acuerdo de intercambio de información que podría servir en la lucha contra narcotráfico y el terrorismo. Los campamentos guerrilleros en Venezuela “no están” A pocos meses de iniciado su mandato, el presidente Santos encendió una controversia al declarar desde España que habían comprobado que ya no había campamentos de las Farc en territorio venezolano, como lo había estado denunciando con insistencia el expresidente Álvaro Uribe. “Tenemos constancia de que los campamentos que nosotros teníamos ubicados ya no están ahí”, dijo Santos a la prensa ibérica el 12 de abril de 2011. Pues mientras Uribe arreciaba sus críticas contra su sucesor por dichas informaciones, el presidente Juan Manuel Santos dijo: “Mis palabras fueron malinterpretadas”. En entrevista con RCN Radio, Santos aclaró que lo que había querido decir era que los campamentos que había descubierto el expresidente Uribe se habrían movido y ya no estaban en el mismo lugar. “Obvio que se van de donde están. Eso fue lo que dije en España. Es probable que sigan en Venezuela. Nunca dije que no hay guerrilla colombiana en Venezuela”, explicó antes de agradecer la cooperación en la persecución guerrillera en la frontera a quien poco antes había designado como su “nuevo mejor amigo”, el entonces líder venezolano Hugo Chávez.
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