El drama del senador Roberto Gerlein

Jue, 16/10/2014 - 06:59
Pensionarse es comenzar a morirse en vida, es creencia generalizada. Y al parecer resulta peor para quienes tienen que desprenderse no sólo del puesto sino del poder que ostentan los políticos, po
Pensionarse es comenzar a morirse en vida, es creencia generalizada. Y al parecer resulta peor para quienes tienen que desprenderse no sólo del puesto sino del poder que ostentan los políticos, porque llegan a pensar que de ellos dependen miles de ciudadanos y hasta el futuro del país. Un incómodo episodio vivido en la noche del miércoles por el senador Roberto Gerlein, con más de cuarenta años en el Congreso (debieron ayudarle a salir de un baño y trasladarlo de urgencias a una clínica) han traído el asunto nuevamente a la discusión pública. El congresista costeño, un hombre de alta alcurnia, prestante, respetado, erudito, la más grande figura viva del conservatismo colombiano, regresó hace dos semanas a su curul después de un receso-licencia de 45 días, tras sufrir una isquemia cerebral leve. El retorno de Gerlein sorprendió a sus colegas, que suponían un tiempo de mayor reposo y recuperación, o su retiro definitivo. Está pensionado, no tiene apuros económicos, cada vez la altura de Bogotá afecta más su salud. Pero Gerlein no quiere dejar de asistir y ha sido un hombre disciplinado en su trabajo legislativo, donde ha hecho grandes aportes intelectuales, y también ha puesto a discutir al país con apuntes de humor político, como aquél de que las relaciones homosexuales son “excrementales”. El verbo renunciar no suele conjugarse en la política y menos con la credencial en el bolsillo, tras procesos electorales complicados, costosos y demoledores. El senador Víctor Renán Barco (liberal) se mantuvo en el Congreso hasta su muerte. El santandereano Hugo Serrano Gómez fue senador por tres años sin asistir a las sesiones, apoyado en artimañas de toda clase, que elaboraron con el secretario Emilio Otero. Murió ostentando el cargo. Aurelio Iragorri Hormaza estuvo en el Congreso por 36 años y declinó postularse en las últimas elecciones, para no inhabilitar a su hijo, hoy ministro de agricultura. Pero resultó tan afectado y depresivo que viene siendo atendido sicológicamente para afrontar el momento. Los expertos hablan de una negación frente al nuevo rol y los vacíos “existenciales” que representan. La decisión de Iragorri (su retiro) fue muy difícil, según sus allegados. Serrano nunca aceptó el retiro. Barco decía en broma: “el día que me derroten”. Gerlein afirma: -“me siento bien”. Quienes lo auxiliaron en su crisis de la noche anterior pensaron con temor en un desenlace fatal. Quienes admiramos su inteligencia, gallardía y buen humor, hacemos votos por su recuperación, o por decisiones que hagan menos doloroso el drama que hoy afronta y la disyuntiva de soportar las largas y tediosas sesiones del Congreso, incómodo con sus problemas de salud.
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Desde Galán hasta el Congreso se manifestaron tras la decisión del gobierno nacional.
Los enfrentamientos se presentaron en el municipio de Chaparral, departamento del Tolima.
La decisión se dio luego de que Javier Milei llamara a Gustavo Petro “asesino terrorista" en una entrevista.
Corina Yoris, además, agradeció a los periodistas que la han apoyado después de que no pudiera presentar su aspiración a la presidencia.
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