
El 17 de junio de 2018, Iván Duque Márquez dejó de ser un ciudadano normal para convertirse, con más de 10 millones de votos, en el presidente de Colombia.
El 7 de agosto se posesionó en el cargo y asumió, como los anteriores a él, todas las responsabilidades que implica esta posición y no ha sido fácil, sin embargo, la humildad y la sencillez siguen siendo virtudes que destacan quienes lo conocen y hacen parte de su equipo de trabajo.
Kienyke.com, como parte del Especial PRIMER AÑO DEL GOBIERNO DE DUQUE, obtuvo una entrevista con el mandatario en el Palacio de Nariño, en la que bajo las acuciosas preguntas de Daissy Cañón, consejera editorial y ejecutiva de este medio, Iván Duque no solo habló de su gestión en estos 365 días, sino de cómo ha cambiado su forma de vivir.
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En esta, la primera de cuatro entregas, con sinceridad el jefe de estado de los colombianos contó por qué tomó la determinación de vivir con su familia en Palacio, por qué no ha pisado hoteles en sus viajes regionales y por qué cree en el "afecto en el ejercicio del liderazgo".
"A mí no me gusta estar en las regiones alejado del contacto con la gente y con los héroes de Colombia. En un año nunca me he quedado en un hotel en el país", le respondió el presidente a Cañón.
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"Gobernar desde las regiones y atender las problemáticas me hace muy feliz", añadió el mandatario al afirmar que en su primer año ha hecho más de 50 consejos de seguridad y 34 talleres construyendo país.
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Andrés Lozano - Kienyke.com[/caption]
Andrés Lozano - Kienyke.com[/caption]

Un hombre de familia
Pero las obligaciones que trae consigo ser presidente no han cambiado al Iván Duque que es hombre de familia. De hecho esa es una de las razones por las que tomó la decisión de mudarse a Palacio, ya que la mayor parte del año continuó viviendo en su casa, al norte de Bogotá. [single-related post_id="1148955"] "Hay cosas de la cotidianidad que me hacen muy feliz. Me gusta levantarme en la mañana, yo soy muy madrugador, entre 4:40 y 5 de la mañana normalmente estoy despierto, prepararme y sentarme con mi cafecito, de pronto mirar algo de noticias, pensar el día, siempre hago como una bitácora de lo que espero lograr y a veces los que sufren son los funcionarios", le contó a Kienyke.com. Y entre las cosas que más disfruta se encuentra desayunar con su familia y despachar a sus hijos: "Trato, como entran tan temprano, de acompañarlos y dejarlos en el colegio cuando están en su jornada académica y eso me hace feliz". Le puede interesar: La gira de Iván Duque por China para atraer inversión La mudanza a Palacio cambiará un poco las costumbres, porque lo que antes era un trayecto de 10 minutos se convertirá en un camino de 40, sin embargo, más que la logística, lo que busca el presidente es compartir tiempo con Lusiana, Matías y Eloisa, y, por su puesto, con su esposa. "Como tengo jornadas tan largas en la Casa de Nariño, me quedo, dependiendo de la semana, dos, tres y hasta cuatro veces, entonces siempre esa llamada por la noche, cuando los niños me dicen: ‘Papá vienes’ y les digo: ‘No, hoy no llego’, es complicado. Afortunadamente María Juliana ha sido una muy buena coequipera, aparte de ser obviamente la razón de mi afecto, mi cariño y mi amor. A veces se echa al hombro lo que implica ser papá y mamá durante la semana”, explicó el mandatario. [caption id="attachment_1150530" align="alignnone" width="1024"]