En la tarde de este lunes se conoció que el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, se declaró impedido para un cuarto proceso que se adelanta en el macrocaso de corrupción y sobornos de Odebrecht.
Se trata del principio de oportunidad que tramita Juan Sebastián Correa, exasesor de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y ahora testigo contra su exjefe, Luis Fernando Andrade. La vicefiscal María Paulina Riveros también se declaró impedida. Si la Corte Suprema avala este impedimento, será el fiscal ad hoc Leonardo Espinosa quien asumiría el caso.
La solicitud de principio de oportunidad por parte de Correa llegó a la Fiscalía el 14 de enero, según informó el diario El Tiempo. Correa es señalado de fungir como enlace entre Andrade y varios de los principales implicados en el caso como Bernardo "el Ñoño" Elías.
En este sentido, Correa se convertiría en uno de los principales testigos contra Andrade, puesto que desvirtuaría la idea de que el expresidente de la ANI está sufriendo persecución judicial por parte de Martínez.
Al presentar su impedimento ante la Corte Suprema, el fiscal dio dos argumentos: Primera, que dio concepto, como abogado privado de Aval, sobre la construcción de la vía Ocaña- Gamarra "en el sentido de que debía ser objeto de licitación". Y segunda, que Correa será testigo contra Andrade, y entre ambos políticos hay "pública, mutua y sobreviniente animadversión".
La noticia se produce 24 horas antes de que se realice el segundo plantón ciudadano contra el fiscal general exigiendo su renuncia, al considerar que tiene muchos conflictos de interés en el caso Odebrecht (por sus nexos con el Grupo Aval) y que esto implicaría impunidad en el mayor proceso de corrupción de los años recientes en Colombia.
En la denominada Vigilia Fiscal, los manifestantes utilizarán linternas para, en su concepto, "iluminar la oscuridad que hoy carcome a la justicia colombiana".
